viernes, 4 de julio de 2008

Echamos de menos la edad de oro del capitalismo

Puede parecer un poco contradictorio, viniendo de una persona de mi ideología, la defensa de la edad de oro del capitalismo. Pero dejenme aclararles el por qué de esta añoranza.

Para quien no lo sepa, se denomina edad de oro del capitalismo a la etapa que transcurrió tras la 2ª guerra mundial (1945) y que llega prácticamente hasta la primera crisis del petroleo de 1973. Esta etapa ha sido la etapa de mayor desarrollo economico de la historia de la humanidad. Las tasas de crecimiento de esta época en la economía mundial no han sido rebasadas todavía. Y es que esta etapa se caracterizó por una fuerte estabilización de las economías y sobre todo, un fuerte intervencionismo keynesiano regulador de la economía.

Las ideas de Keynes, quizás el economista más famoso trás Adam Smith, tuvieron una gran influencia en este periodo. Aunque defensor del capitalismo y la propiedad privada, este apostaba por una actuación decidida del Estado en la economía:
  • mediante una actuación anticiclica. Es decir, utilizando los instrumentos fiscales y monetarios de los que dispone el Estado para aplacar tanto las crisis como las expansiones excesivas e inflacionistas.
  • y el desarrollo de una proteccion estatal para asegurar la igualdad de oportunidades. Y es que Keynes defendía que el Estado debía proveer aquellos bienes que el mercado por si solo no era capaz de proveer de forma eficiente y equitativa.
Si nos remitimos a los hechos históricos, el intervencionismo keynesiano demostró ser un sistema mucho más eficaz para lograr el desarrollo economico que el actual neoliberalismo que vivimos. El "laissez faire" que caracteriza la etapa actual está siendo muy nefasto para el desarrollo economico.

El mercado, por si solo, no llega a la solución más eficiente, por mucho que los neoliberales se empeñen en demostrarnoslo con formulas matemáticas. Sus modelos, basados en el principio Newtoniano mecanicista están totalmente descontextualizados. Son un bonito ejercicio matemático, pero no reflejan la realidad.

Keynes fue el primero en denunciar esto y la aplicacion de sus teorías demostraron que llevaba razón: el Estado debía intervenir para corregir las ineficiencias del mercado.

Pero la mejor prueba sin duda de la eficacia de sus políticas es la ausencia casi total de especulación durante la edad de oro. Durante este periodo el mundo vivió su mejor época por la sencilla razón de que los flujos especulativos eran prácticamente inexistentes.

Esto hizo que durante esos años, el ahorro se canalizara verdaderamente hacia la inversion y no hacia la especulación, haciendo que las empresas encontraran recursos baratos con los que poder invertir y fabricar productos que llegaron a las masas. La consecuencia más importante de todo esto fue que el crecimiento economico global se extendió (en ausencia de especulación) a todas las clases sociales y amplias regiones del mundo.

A nadie se le escapa que incluso bastas regiones de latinoamerica estaban entonces desarrollandose asi como regiones del sureste asiatico. Aquella época prometía sacar a la humanidad de la pobreza. Y todo ello a pesar de movernos en un modelo capitalista.

Pero este capitalismo no fue un capitalismo tan salvaje como el actual. No fue un capitalismo especulador. Este capitalismo extendía los beneficios del crecimiento a toda la sociedad y no solo a un sector de esta. Este sistema protegía a la sociedad de la pobreza absoluta. Proporcionaba un bienestar mínimo a las clases más desfavorecidos a través de un sistema de proteccion social con una sanidad y educacion gratuitos, pensiones, becas, seguros de desempleo, etc... que hacían que aquellos elementos más débiles de la cadena no cayeran en la pobreza absoluta.

Esa prosperidad se extendía también entre los paises. El sistema Bretton Woods que propició el patrón oro y la estabilidad de los tipos de cambio hizo que no se pudiera especular con las monedas. Esa estabilidad cambiaria y la reduccion del proteccionismo arancelario hizo que el comercio mundial registrara entonces los mayores crecimientos de la historia y propiciara aún más desarrollo a las economías.

Pero la pérdida del patrón oro (por la presión especulativa y el neoliberalismo creciente) asi como la crisis del petroleo propiciaron el fin de esta época dorada. Quizás su denominacion fuera engañosa, porque ciertamente no era un capitalismo en estado puro como el actual sino uno intervencionista y antiespeculativo.

Mucho hemos perdido de esta época. Probablemente el capitalismo no sea más que otra etapa hacia un sistema economico mejor, pero sin duda el abandono del keynesianismo es un auténtico retroceso. Y es que el capitalismo neoliberal actual que fomenta la desintervención es un desastre desde el punto de vista del desarrollo. El mercado no siempre lleva a la solucion más eficiente y la prueba palpable de ello la tenemos delante de nuestras narices: las burbujas especulativas.

Las burbujas son la prueba de que el ahorro ya no se canaliza bien hacia la inversion. No solo eso, producen los efectos que todos conocemos. Concentración de la riqueza, desigualdad social, fuerte inestabilidad financiera y economica y por supuesto crisis.

Mucho hemos perdido.

Te echamos de menos Keynes.
Echamos de menos la edad de oro del Capitalismo.


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