Antes de entender la política, hay que entender qué es el poder, ya que están íntimamente relacionados.
Cuando pensamos en el poder, nos imaginamos alguien con traje caro y al que todo el mundo obedece. Sin llegar a ese extremo, ejercer poder es conseguir que otro haga algo que yo quiera. ¿Y cómo se consigue? Mediante la promesa de un premio o un castigo. Tal promesa debe resultar creíble, o si no, poco efecto tendrá.