Tiene gracia como la historia se repite. Ya nos lo decían nuestros abuelos, pero la situación actual vuelve a recordar a la de hace 50 años aproximadamente, cuando millones de españoles salieron al extranjero (muchos de ellos a Alemania) a buscarse las castañas.
España está sumida en una grave crisis, de la que parece que no podemos salir. La situación además no mejora, debido a la crisis especulativa de la deuda. Los mercados nos están castigando duramente y el gobierno tiene cada vez menos margen de maniobra.
Con este panorama, cuesta imaginarse una recuperación económica que permita una reducción sustancial del paro, y lo más importante, una subida del poder adquisitivo que permita reactivar la economía.
Así que muchos, entre los que desgraciadamente me encuentro, empezamos a ver como única salida la Emigración. Al igual que en la película de Alfredo Landa, la situación española contrasta sobremanera con la Alemana.
Mientras que en los años anteriores a la crisis, España (al igual que la famosa Irlanda) vivía un boom económico (fundamentado en el sector inmobiliario y de origen especulativo), Alemania estuvo años atrapado en un marasmo que le hizo, no pocas veces, incumplir el pacto de estabilidad y crecimiento de la Union. Todo por un consumo interno adormecido y en permanente crisis.
Sin embargo, mientras ahora las economías periféricas, entre ellas la nuestra, se hunden irremediablemente en una espiral de paro, deuda e inflación, Alemania ha pasado de puntillas por la crisis y ahora es una de las únicas economías europeas, que no solo no sufre los ataques especulativos, sino que además está creando empleo y creciendo.
¿No resulta un tanto irónico? Mientras unos van hacia arriba, otros hacia abajo. Dos ejemplos
Alemania--> Nivel más bajo de paro en 18 años
Por tanto el panorama pinta como hace 50 años. Miles y miles de españoles nos veremos abocados a emigrar para poder labrarnos un futuro.
¿Cómo hemos podido llegar a tan lamentable situación? Vale, es cierto que hay una diferencia sustancial. Durante los años 60 los españoles buscaban trabajos de baja cualificacion. Ahora los jóvenes que emigramos somos probablemente la generación mejor preparada y con más universitarios de la historia.
¿Cómo ha podido una economía degenerar hasta tal punto de expulsar a gente tan preparada? ¿Qué es lo que hemos hecho mal durante estos años?
Mucho me temo, que si no cambia la cosa sustancialmente, en breve me tocará decir "Auf Wiedersehen España". Nos vemos en Alemania.
Auf Wiedersehen, nunca mejor dicho.
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