No deseo ni es mi pretension convertir este post en un arma arrojadiza entre nacionalistas de uno u otro lugar. Andalucia y Cataluña son dos tierras estupendas y sus habitantes en general hospitalarios.
Lo que quiero criticar hoy es la actitud, no de los catalanes, sino de los políticos catalanes y su utilización demagógica de la situación andaluza.
Parece que cada vez que hay elecciones los nacionalistas catalanes han de reafirmar la cuestión identitaria a fin de desviar su mala gestión, y la mejor manera que encuentran por lo visto es metiendose siempre con las comunidades más pobres y en particular con Andalucía.
No me estoy refiriendo únicamente a las palabras que Artur Mas o de Duran i Lleida nos ha dedicado últimamente. El desprecio a esta comunidad autonoma por parte de políticos, no solo nacionalistas, viene ya de largo.
En el País (al final del artículo), tienen un largo muestrario:
- Alejo Vidal-Quadras (PP): “Blas Infante (considerado padre de la patria andaluza) era un cretino integral, el más tonto de España. Era un payaso, vamos”.
- Ana Mato (PP): “Los niños andaluces son prácticamente analfabetos”.
- Esperanza Aguirre (PP): “El Gobierno se ha ido a Sevilla para utilizar el dinero de los contribuyentes y dar pitas, pitas, pitas”.
- Duran i Lleida (CiU): “Con lo que hacemos nosotros, reciben el PER para pasar toda la jornada en el bar de su pueblo”.
- Artur Mas (CiU): “A los niños de Sevilla, Málaga, y La Coruña no se los entiende”.
- Joan Puigcercós (ERC): “En Andalucía no paga ni Dios”.
- Montserrat Nebrera (PP): “(Magdalena Álvarez) tiene un acento que parece un chiste”.
Andalucía es una tierra atrasada, con un pasado de subdesarrollo, que intenta ponerse al día. Nuestros políticos podrán haberlo peor o mejor (normalmente lo han hecho peor), pero lo que sin duda nos ha marcado siempre es nuestra situación geográfica. De haber estado Andalucía al lado de Francia, y Cataluña al lado de África, no me cabe duda de que la situación económica de ambas regiones sería muy distinta.
Lo que sucede es que los políticos catalanes necesitan buscar un chivo expiatorio para alejar las miradas de su mala gestión y avivar el sentimiento nacionalista. Viven de ello. Todo el mundo se siente orgulloso de su tierra, y cuando te sientes una vícitima de alguna supuesta injusticia, ese nacionalismo se te dispara. Los políticos catalanes utilizan ese arma para favorecer su posición electoral. Y el más recurrente es el tema del dinero.
Su filosofía se podría resumir en: "Los catalanes siempre pagan demasiados impuestos y los andaluces reciben muchas subvenciones, pagadas por ellos".
La situación presupuestaria de Cataluña este último año es realmente mala. Pero la financiación catalana, recibida del Estado español (por el sistema de financiación autonómica) no ha variado sustancialmente en los ultimos años y se podría calificar de privilegiada. Sí, soy consciente de que Cataluña es un importante contribuyente pero el error siempre está en mirarlo desde la perspectiva de las comunidades.
Simplificando en extremo, Cataluña paga más impuestos y recibe menos dinero porque tiene ciudadanos más ricos; mientras que Andalucía recibe más subvenciones y paga menos impuestos porque sus ciudadanos son más pobres. Si los impuestos fueran aún más progresivos, los catalanes tendrían que poner más dinero y las diferencias regionales (en materia impositiva) serían más grandes.
Es una simple cuestión matemática y de tributación progresiva. A más renta, más impuestos.
Que duda cabe que si ahora mismo el gobierno de Ciu está señalando a Andalucia como culpable de la mala situación financiera de Cataluña es para desviar la atención de los recortes que allí se están produciendo, pero también de la cercanía de la cita electoral del 20-N.
Los nacionalistas (Convergencia y Unio y Esquerra) compiten por conseguir un importante numero de escaños con el que poder seguir influyendo en la política española. Y actualmente Ciu, por la impopularidad de las medidas que ha tomado, está en una mala situación de partida.
Es muy triste que tengan que recurrir a burlarse o a quejarse de otras regiones para conseguir más votos.
Totalmente de acuerdo, la clase política catalana es para darles de comer a parte. Aunque los catalanes algo de culpa también tienen por consentir a semejantes majaderos que tan mala imagen dan de ellos. Imagen que no es cierta, conozco a muchos catalanes que distan bastante de la misma.
ResponderEliminarSaludos.
Lo dices como si los políticos andaluces fueran la caña de España ¬¬
ResponderEliminarLos de CiU han llegado, se lo han cargado todo y lo único que intentan es desviar la atención... primero echándole la culpa a Montilla, luego que si la hora de catalán en los colegios, ahora que si los andaluces tal y cual... yo no sé donde viven Artur Mas y Duran i Lleida, pero la Cataluña en que yo vivo llevan más de un siglo levantándola los andaluces, extremeños, gallegos...
ResponderEliminarEn fin, allá ellos, ya se lo encontrarán el 20N... o al menos eso espero
No sé, no es por generalizar, pero tengo la sensación de que ese discurso antiespañolista o antiandaluz cala muy bien entre los que se consideran a si mismos nacionalistas dentro de cataluña. Tengo curiosidad por saber si esos recortes finalmente pasan factura el 20N al Ciu o no y si ese voto descontento se irá a Esquerra Republicana o a quién.
ResponderEliminarA ver, Andalucía no es ni pobre ni está tan atrasada como queremos creer. Según datos del 2008, Andalucía es la tercera comunidad por PIB. Quizás los andaluces sí seamos más pobres que el resto de los españoles, pero es porque somos muchos a repartir.
ResponderEliminarLa razón del atraso histórico podríamos buscarla en el aislamiento geográfico de Sierra Morena, que reduce el comercio interior. También el clima es responsable de una menor productividad, sobre todo en verano.
Fracasamos en la revolución industrial por la lejanía a las fuentes de energía baratas, y destruímos nuestros bosques en el intento de mantener algún alto horno.
Pero eso es historia.
Ahora las comunicaciones con el interior son buenas. Tenemos una industria turística sólida. Tenemos aire acondicionado. Y somos muchos.
Es cuestión de tiempo y política, y sobre todo de la mentalidad de nuestros emprendedores, equipararnos con el resto de España.
Te voy a dar la razón Alberto, el discurso antiespañolista cala muy bien, y sirve además para desviar la atención. Abraham y yo tuvimos el dudoso "placer" de conversar varias veces con una persona así. Menudo elemento.
ResponderEliminarTambién pienso lo mismo que Robert, a mí siempre me ha parecido que el discurso catalanista de Ciu de lo que servía era para tapar sus propias deficiencias como administradores, deficiencias que ahora están empezando a salir a la luz.
El principal problema es que este mensaje resulta. Lo llevan utilizando durante lustros, y siempre han estado arriba. Triste pero cierto.