Hace ya más de año y medio (hay que fastidiarse como pasa el tiempo), en el blog anterior que tuvimos Alberto y yo "en la tercera dimensión", coloqué un post histórico sobre un episodio interesante acerca de lo que puede ocurrir cuando la gente se posiciona a ciegas a favor o en contra de una causa: La Rebelión de Nika.
El intento de asesinato de la congresista en EEUU y la paliza que le han dado al concejal de Murcia han vuelto a poner de manifiesto los peligros que esta política implica. Y como el que no conoce la historia está condenado a repetirla he considerado que sería buena idea incluirlo en este blog ahora que tiene un nombre más apropiado para el post.
Y bueno, si además, veo que puedo hacer otro post reutilizando lo que ya tengo, pues trabajo que me ahorro, mejor que mejor. Lamentable pero cierto.
Sin más preámbulos, a lo que vamos, la Rebelión de Nika.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
Cuando vemos cómo los estadios de fútbol se convierten en campos de batalla o se apalea o mata a una persona simplemente por el hecho de pertenecer al "otro partido" podemos llegar a entender que este comportamiento es fruto de la sociedad actual en la que vivimos. Sin embargo, hay ejemplos históricos que demuestran que han existido casos de forofismo que han llegado a extremos de revolución abierta.
El intento de asesinato de la congresista en EEUU y la paliza que le han dado al concejal de Murcia han vuelto a poner de manifiesto los peligros que esta política implica. Y como el que no conoce la historia está condenado a repetirla he considerado que sería buena idea incluirlo en este blog ahora que tiene un nombre más apropiado para el post.
Y bueno, si además, veo que puedo hacer otro post reutilizando lo que ya tengo, pues trabajo que me ahorro, mejor que mejor. Lamentable pero cierto.
Sin más preámbulos, a lo que vamos, la Rebelión de Nika.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
Cuando vemos cómo los estadios de fútbol se convierten en campos de batalla o se apalea o mata a una persona simplemente por el hecho de pertenecer al "otro partido" podemos llegar a entender que este comportamiento es fruto de la sociedad actual en la que vivimos. Sin embargo, hay ejemplos históricos que demuestran que han existido casos de forofismo que han llegado a extremos de revolución abierta.