jueves, 2 de abril de 2009

Rescatar el impuesto confiscatorio

Un impuesto se define como confiscatorio en el momento en el que se apropia de más de la mitad de la renta sujeta a este. Es decir, a partir de un tipo del 50 % se considera que un impuesto confisca una renta.

Por poner un ejemplo, si un impuesto de la renta derivase en pagar un tipo impositivo del 60 % significaría que si yo ganase 1000 euros debiera de pagar 600 euros.

Todos estaríamos de acuerdo en principio que este impuesto es injusto, pues como vemos en el ejemplo al confiscado solo le restan 400 euros lo cual para una persona que gana tan poco puede resultar una calamidad. Pero si en lugar de hablar de mileuristas hablasemos de millonarios, de alguien que ganase 1 milon de euros al mes, ¿sería injusto aplicarle un impuesto confiscatorio? ¿Sería inmoral que esta persona se quedara por ejemplo con solo 400.000 euros?

Depende del punto de vista, ¿verdad? Desde luego al afectado no le haría ninguna gracia, pero sin embargo la colectividad se vería indirectamente beneficiada.

La aplicación en España de este tipo de impuestos parece por lo pronto imposible pues como reza el artículo 31.1 de la Constitución, los impuestos no pueden tener alcance confiscatorio

Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.

Pero como muchas veces he sostenido en este blog, la Constitución no es algo sagrado por mucho que en su momento se votara y aprobara en Referendum, pues si recordamos, se votó el texto en su totalidad y no parte por parte como hubiera sido lo lógico.

Así pues, una reforma constitucional en esa dirección posibilitaría la toma de medidas eficaces para el caso de hechos no delictivos pero flagrantemente abusivos, como ha ocurrido en el caso de los directivos de AIG en Estados Unidos, o el caso recientemente conocido de la Caja Castilla la Mancha donde sus dirigentes llevaron a la ruina a la Caja mientras se triplicaban el sueldo en 2 años.

Por supuesto este tipo de arma debe estar claramente regulada para evitar abusos, pero personalmente considero que la utilización de este tipo de medidas contra estos casos puede ser una lección de indudable valor para evitar tentaciones en los casos que deriven en rescate público.


7 comentarios:

  1. miedo me das cada vez que sacas el tema impuestos, ¡nombras la bicha en plena campaña de IRPF! El ejemplo que muestras pone de manifiesto, una vez más, las incogruencias e injusticias que genera este impuesto.
    Al millonario nada porque se nos va con sus rentas a Mónaco y Andorra (si hablamos de deportistas de élite ni te cuento)
    Al pobre tampoco porque no es nada rentable ni política ni económicamente
    El Autónomo paga según su conciencia,
    etc..
    Es un impuesto chapucero e injusto. Pienso que (habría que hacer cálculos) suprimiendo Diputaciones provinciales (de una vez por todas, ¡ya!), un par de ministerios (por ej: igualdad y vivienda), y redifiniendo el fastuoso derroche del gasto público de las administraciones, los ciudadanos medios quedaríamos por fin líbres de la lacra del Irpf y podríamos levantar la demanda interna de este país.

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  2. No hablaba del IRPF y de hecho es algo que ya ha planteado el Obama para evitar los bonus abusivos de los directivos. Sería una especie de impuesto a los abusos empresariales

    Y no te asustes hombre que no doy tanto miedo :P

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  3. oopppps!! :$
    Bueno, pero insisto en lo del IRPF, coño

    Y eso de que no das miedo... eso es que no recuerdas tu video en el feisbuk, ja, ja,.. :D

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  4. El caso de la Caja Castilla-La Mancha es a mi juicio un caso muy obvio a investigar por posible administración desleal.

    En cuanto a aprobar impuestos de carácter confiscatorio, solo lleva a una fuga de capitales masiva hacia legislaciones o residencias menos abusivas.

    El grave problema que hay aquí es que para el Estado es muuucho más fácil financiarse gravando la renta que obtiene un particular (fácilmente controlable por la inexistencia absoluta de secreto bancario) que gravando el consumo efectivo, vía aumento del IVA (donde el fraude es brutal).

    Gravar la renta, incluso las rentas más altas, es penalizar el ahorro y la inversión. En vez de estar en el mercado, ese dinero pasa a los PGE a financiar las brillantes iniciativas de nuestros sabios gobernantes y su séquito de palmeros.

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  5. Sois muy pesimistas con las posibilidades recaudatorias de los impuestos de la renta. Las fugas de capital se producen precisamente por haber tolerado el proceso globalizador y no haber regulado los movimientos especulativos. Ello no significa que aún habiendo esos impuestos, los empresarios no puedan encontrar oportunidades de inversión (distingase de especulacion pura y dura) que generan riqueza y empleo.

    Hay que saber diferenciar ambos dos. Penalizar los movimientos especulativos no frena la inversion ni el ahorro.

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  6. Todo se reduce a quién es la chacha de quién. Y lo demás son ganas de hablar. Todo está en Todos Somos Empresarios. Os espero.

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  7. Y para rematar....
    a partir de este año no se gravan las rentas del patrimonio. TOOOMA GOL.

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