No se si habrán visto el último anuncio de la lotería, aquel donde habla de que la suerte toca dos veces. Cuando toca porque te llevas el dinero y cuando no toca porque toca a todos. Es una pena que no haya conseguido localizarlo en youtube, porque hubiera estado bien ponerlo. Unicamente si se fijan pueden ver un anuncio animado en la página oficial en el centro a la izquierda.
En este anuncio nos intentan vender las bondades de la lotería. Nos presentan la lotería como si fuera algo positivo, beneficioso para uno y para todos. No es que sea falso que la recaudación beneficie en parte a todos, pero por como se ve en el anuncio, parece que el dinero que perdamos en la bonoloto va ir solo y exclusivamente a obras sociales, caridad, etc…
Sin embargo hay que recordar que uno de los principios presupuestarios básicos dice que no hay afectación de ingresos a gastos. Es decir, los ingresos que se recauden por una vía no pueden dedicarse exclusivamente a una serie de partidas. En definitiva, todos los ingresos deben ir a pagar todos los gastos (universalidad).
Por tanto, lo imagen que nos vende la lotería es falsa. El dinero que se recauda, ese 30% del total, va tanto para construir orfanatos como lo puede ir para fabricar armas que maten civiles.
También hay que recordar que la lotería no la pagamos todos por igual. Es más, normalmente pagan proporcionalmente más quienes menos ganan por la esperanza que la lotería brinda al pobre de salir de su pobreza. Y aunque algunos afortunados verdaderamente logran salir de esta, para la gran mayoría la lotería es un impuesto regresivo legal.
Seguramente todos nos escandalizaríamos si anunciaran que la venta de tabaco sirve para sufragar hospitales, infraestructuras y demás obras de caridad cuando sabemos perfectamente que el tabaco mata a miles de personas cada año. En cambio no nos escandaliza que se anuncie la lotería como una obra social, cuando los juegos de azar son en sí mismo una droga.
Y es que casualmente lo que este anuncio de la lotería olvida mencionar es que miles de personas en España sufren una enfermedad llamada ludopatía y cuya curación es muy costosa.
Si verdaderamente quieren hacer obra caritativa, dejen de hacer anuncios de autobombo gubernamental que cuestan mucho a las arcas y sobre todo y lo más importante, supriman la lotería. Recauden lo que tengan que recaudar de quienes verdaderamente no tiene que jugar con sus sueños a la lotería.
En este anuncio nos intentan vender las bondades de la lotería. Nos presentan la lotería como si fuera algo positivo, beneficioso para uno y para todos. No es que sea falso que la recaudación beneficie en parte a todos, pero por como se ve en el anuncio, parece que el dinero que perdamos en la bonoloto va ir solo y exclusivamente a obras sociales, caridad, etc…
Sin embargo hay que recordar que uno de los principios presupuestarios básicos dice que no hay afectación de ingresos a gastos. Es decir, los ingresos que se recauden por una vía no pueden dedicarse exclusivamente a una serie de partidas. En definitiva, todos los ingresos deben ir a pagar todos los gastos (universalidad).
Por tanto, lo imagen que nos vende la lotería es falsa. El dinero que se recauda, ese 30% del total, va tanto para construir orfanatos como lo puede ir para fabricar armas que maten civiles.
También hay que recordar que la lotería no la pagamos todos por igual. Es más, normalmente pagan proporcionalmente más quienes menos ganan por la esperanza que la lotería brinda al pobre de salir de su pobreza. Y aunque algunos afortunados verdaderamente logran salir de esta, para la gran mayoría la lotería es un impuesto regresivo legal.
Seguramente todos nos escandalizaríamos si anunciaran que la venta de tabaco sirve para sufragar hospitales, infraestructuras y demás obras de caridad cuando sabemos perfectamente que el tabaco mata a miles de personas cada año. En cambio no nos escandaliza que se anuncie la lotería como una obra social, cuando los juegos de azar son en sí mismo una droga.
Y es que casualmente lo que este anuncio de la lotería olvida mencionar es que miles de personas en España sufren una enfermedad llamada ludopatía y cuya curación es muy costosa.
Si verdaderamente quieren hacer obra caritativa, dejen de hacer anuncios de autobombo gubernamental que cuestan mucho a las arcas y sobre todo y lo más importante, supriman la lotería. Recauden lo que tengan que recaudar de quienes verdaderamente no tiene que jugar con sus sueños a la lotería.
Este asunto es delicado. Por un lado yo también estoy en contra de la loteria. Nunca juego, ni en navidad, precisamente por su caracter de impuesto regresivo, que me parece antisocial (suelo decir que mi religión me lo prohíbe). Detesto ver cómo familias enteras vuelcan su esperanza de superación en unas probabilidades ridículas.
ResponderEliminarPor otro lado, el juego parece inevitable. Pensar que te puede tocar es un analgésico contra la mala situación de hoy, que anima a seguir tirando del carro y no caer en la desesperación. Casi tan inevitable como la religión, la cual, dicho sea de paso, también detesto.
¿Prohibir o regular? La experiencia dice que si prohíbes algo, más te vale que lo erradiques por completo de la cultura, o lo único que conseguirás será alimentar el mercado negro y las mafias. No existe un rechazo moral generalizado contra el juego, así que la prohibición no me parece el camino acertado.
Quizá ya me parece algo aberrante que sea el mismo estado el que oferte los boletos de lotería, en lugar de limitarse a recaudar impuestos de otros organismos (como la ONCE). De este modo, parece que el gobierno le da respaldo moral a dicha actividad.
Como soy coherente, opino lo mismo sobre las drogas, la prostitución, el tráfico de armas, etc. O bien lo erradicas por completo (si la sociedad está lista para ello) o bien lo regulas. Y si estas actividades no son beneficiosas para la sociedad, aunque se regulen, tampoco deberían fomentarse, es decir, que no debería haber una empresa estatal dedicada a ganar dinero con algo que perjudica a la sociedad.
La situación ilegal o alegal en la que se encuentran todas estas actividades sólo fomenta la corrupción y las situaciones dramáticas en las que viven los trabajadores de estas "industrias".
La lotería es un impuesto que pagan los inocentes y los crédulos.
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