Si ya es grave la situación economica mundial, donde Estados Unidos y Europa caminan hacia un paro superior al 8% más aún lo es en España, donde pronto nos colocaremos por encima del 14 %. Pero sin duda si hay un lugar donde la situación es verdaderamente dramática es en el sur y oeste de España: las regiones periféricas y ultraperifericas.
Andalucía y Canarias tienen ya tasas de paro* superiores al 20 % de la población activa. Este dato pone de relieve que apenas se ha avanzado en estos años de bonanza para reducir la brecha entre regiones ricas y regiones pobres, y que lo poco que se avanzó, ahora se está deshaciendo.
Las regiones más alejadas de centroeuropa siempre han sufrido su mala situación geográfica en forma de una menor riqueza y una mayor tasa de paro. Y a pesar de las enormes ayudas recibidas en forma de fuertes inversiones europeas y españolas estas han sido insuficientes para compensar este hecho diferencial.
Las regiones periféricas y ultraperiféricas necesitan urgentemente un plan de reindustrialización. Un plan específico que deje de parchear la mala situación sino que convierta estos lugares en zonas de atractivo economico. Necesitan dejar de ser lastre para convertirse en motor.
Sin embargo, en España se sigue mirando más al reparto de la tarta de la financiación que a cubrir necesidades específicas de las regiones. Se sigue premiando más a quien menos lo necesita por interés electoral y se sigue culpando a las regiones atrasadas de todos los males de la economía española.
Y todo porque se sigue concibiendo a España como a un conjunto de Federaciones, de Comunidades Autonomas, de Minipaíses con derechos propios, como si estas fueran entidades con vida, con las mismas necesidades que una persona.
Cuando dejaremos de pensar en términos de territorios y pensaremos en términos de individuos. Si unas regiones contribuyen más y otras menos, no es porque sean más o menos solidarias, sino porque los individuos que la componen están en una situación mejor o peor.
Si pensamos en términos de territorios, automáticamente daríamos por hecho que es justo que Cataluña, Pais Vasco o Madrid autogestionen la riqueza que generan dado que son los que más generan. En cambio España, concebida como nación compuesta de individuos, tiene una distribución espacial de la riqueza. Es decir, hay personas que tienen más dinero y personas que menos, y allá donde se sitúan las personas con más riqueza es donde lógicamente se recaudará más.
Sin embargo todas las reivindicaciones van en la linea de invisibilizar los derechos de los individuos en pro de los derechos de los territorios. Desde ese punto de vista se puede considerar legítimo lo ilegítimo. Y esto es una forma de pervertir el lenguaje.
¿Es justo que paguen más lo que más tienen? ¿Es justo que reciban, al menos, lo mismo tanto los que más tienen como los que menos? Dependiendo de la respuesta que demos a esas preguntas será legítimo o no considerar que sea justo distribuir espacialmente la riqueza.
Pero es curioso como pocas veces se plantea este hecho desde el punto de vista personalista. Jamás se nos ocurriría proponer al Estado que proporcione más y mejor salud o educación a aquellos individuos que más impuestos pagan. ¿Por qué entonces se cuestiona que las regiones más ricas tengan que contribuir más a las arcas?
Hay que dejar de marear la financiación autonómica, reconcebir de una vez el Estado y volver a los mecanismos de solidaridad interterritorial que tradicionalmente han funcionado. Más aun hay que volcar esfuerzos por tratar de reducir las desigualdades territoriales a la vez que se reducen las desigualdades personales. Porque los territorios no son entes con vida propia, sino que están compuestos de individuos y la distribución espacial no es más que el reflejo de la política distributiva personal que el Estado realiza.
Dar más a Andalucía y Canarias no significa por ello que el Estado tenga un amor particular por estos territorios y que deteste a los pertenecientes a Cataluña, Pais Vasco o Madrid (por poner un ejemplo). Significa que el Estado se preocupa más por los más desfavorecidos y a día de hoy estos se encuentran esencialmente en el Suroeste.
* Datos por comunidades
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en andalucia se vive muy comodamente de las subvenciones del estado, es la pesoe la que ha capitalizado esta situacion. voto cautivo y esclavo igual que antes del señorito andaluz
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