Viendo en las noticias el caso de la niña sevillana Marta del Castillo, estuve escuchando la petición del padre de la niña de un referéndum sobre la cadena perpetua.
Como firme detractor de esta, la primera reacción que tuve fue, he de confesar, el de negarme rotundamente. Al rato me paré a reflexionar la petición de este hombre y me recordó el tema, que tantas veces he discutido en este blog, de la democracia directa, y no pude sino sorprenderme de mi propia reacción. Pensé entonces que estaba equivocado en mi planteamiento y que verdaderamente este hombre tenía todo el derecho y la razón de solicitar un referéndum.
Esto me llevó a pensar a que nivel de perversión está llevando el sistema político que los ciudadanos estamos interiorizando las posturas de los partidos políticos antes de plantear nuestras propias reflexiones.
Traigo esto a colación porque sorprende la reacción de los partidos políticos que lejos de utilizar este tema bien a favor o bien en contra, se han cerrado en banda y no opinan. Aún siendo consciente de que la mayoría de partidos puede estar en contra, también sé que esta medida, al ser muy populista, seguramente sería aprobada en referéndum.
Pero aunque me repugne decirlo, en previsión del seguro resultado, no puedo sino más que estar conforme con la celebración de este y de otros tantos referéndum que se debieran de convocar, para decidir las cuestiones fundamentales que afectan al pueblo.
No entiendo ni entenderé jamás que tengamos que someternos a la voluntad de los partidos políticos cuando nosotros, los ciudadanos, somos capaces de tomar nuestras propias decisiones.
Es cierto que los partidos políticos son la representación del pueblo pero no por ello siempre eligen lo que mayoritariamente este quiere. Muchas veces puede que sea cierto que lo que deciden los partidos en el parlamento es lo más adecuado, a pesar de no ser lo más populista. Pero no por ello tenemos que resignarnos, como ciudadanos, a que ellos elijan el “mal menor”.
Si verdaderamente considera el gremio político, al igual que yo, que la cuestión fundamental no reside en cadena perpetua Sí o No, sino en la capacidad de prevención y reinserción de los delincuentes, que lo expliquen a la ciudadanía y que sea esta, y no ellos, los que digan NO a la cadena perpetua.
Si un partido político trajera en su programa político las siguientes propuestas:
¿Es democrático que un partido elegido por la ciudadanía lleve a cabo la gran mayoría de propuestas en contra de la voluntad popular? ¿No puede el pueblo acaso elegir por sí mismo que es lo mejor para el país?
Llegado a este punto se me puede contraargumentar que si no se está de acuerdo con el programa y la labor del partido, la democracia representativa está para cambiar a los representantes. Que se puede en definitiva cambiar al partido gobernante.
Pero jamás se podrá coincidir 100% con el programa político de uno u otro partido ni se pueden cambiar automáticamente los gobiernos aunque el pueblo cambie de opinión sobre estos.
Defender una democracia más directa no implica, como alguna vez en algún otro post se me ha argumentado, que tenga que votarse todas y cada una de las propuestas. Ese sería el ideal de democracia en mi opinión, una democracia quizás un tanto utópica visto con los ojos presentes, pero que por ello no debería dejar de ser algo perseguible.
Si se reclama una democracia más directa, es porque la gran mayoría de la ciudadanía siente que los partidos políticos cada vez representan menos los deseos del pueblo. No podemos negarnos pues, a un sistema más representativo de los deseos colectivos, simplemente porque tengamos miedo de estos. Defender una democracia más directa implica aceptar lo que el pueblo quiere, sin más, por mucho que consideremos que la mayoría puede no tener siempre razón.
Por tanto, debo aceptar y ser coherente con mis propias convicciones, diciendo sí al referéndum, a pesar de estar casi seguro de que ganará el SÍ a la Cadena Perpetua. Pero sí a este y otros muchos muchísimos más referéndum que se tendrían que celebrar en este país para ganar en democracia.
Como firme detractor de esta, la primera reacción que tuve fue, he de confesar, el de negarme rotundamente. Al rato me paré a reflexionar la petición de este hombre y me recordó el tema, que tantas veces he discutido en este blog, de la democracia directa, y no pude sino sorprenderme de mi propia reacción. Pensé entonces que estaba equivocado en mi planteamiento y que verdaderamente este hombre tenía todo el derecho y la razón de solicitar un referéndum.
Esto me llevó a pensar a que nivel de perversión está llevando el sistema político que los ciudadanos estamos interiorizando las posturas de los partidos políticos antes de plantear nuestras propias reflexiones.
Traigo esto a colación porque sorprende la reacción de los partidos políticos que lejos de utilizar este tema bien a favor o bien en contra, se han cerrado en banda y no opinan. Aún siendo consciente de que la mayoría de partidos puede estar en contra, también sé que esta medida, al ser muy populista, seguramente sería aprobada en referéndum.
Pero aunque me repugne decirlo, en previsión del seguro resultado, no puedo sino más que estar conforme con la celebración de este y de otros tantos referéndum que se debieran de convocar, para decidir las cuestiones fundamentales que afectan al pueblo.
No entiendo ni entenderé jamás que tengamos que someternos a la voluntad de los partidos políticos cuando nosotros, los ciudadanos, somos capaces de tomar nuestras propias decisiones.
Es cierto que los partidos políticos son la representación del pueblo pero no por ello siempre eligen lo que mayoritariamente este quiere. Muchas veces puede que sea cierto que lo que deciden los partidos en el parlamento es lo más adecuado, a pesar de no ser lo más populista. Pero no por ello tenemos que resignarnos, como ciudadanos, a que ellos elijan el “mal menor”.
Si verdaderamente considera el gremio político, al igual que yo, que la cuestión fundamental no reside en cadena perpetua Sí o No, sino en la capacidad de prevención y reinserción de los delincuentes, que lo expliquen a la ciudadanía y que sea esta, y no ellos, los que digan NO a la cadena perpetua.
Si un partido político trajera en su programa político las siguientes propuestas:
- Pena de muerte a violadores
- Subida de sueldos a diputados
- Ayudas a los bancos
- Subidas de impuestos a los ciudadanos
¿Es democrático que un partido elegido por la ciudadanía lleve a cabo la gran mayoría de propuestas en contra de la voluntad popular? ¿No puede el pueblo acaso elegir por sí mismo que es lo mejor para el país?
Llegado a este punto se me puede contraargumentar que si no se está de acuerdo con el programa y la labor del partido, la democracia representativa está para cambiar a los representantes. Que se puede en definitiva cambiar al partido gobernante.
Pero jamás se podrá coincidir 100% con el programa político de uno u otro partido ni se pueden cambiar automáticamente los gobiernos aunque el pueblo cambie de opinión sobre estos.
Defender una democracia más directa no implica, como alguna vez en algún otro post se me ha argumentado, que tenga que votarse todas y cada una de las propuestas. Ese sería el ideal de democracia en mi opinión, una democracia quizás un tanto utópica visto con los ojos presentes, pero que por ello no debería dejar de ser algo perseguible.
Si se reclama una democracia más directa, es porque la gran mayoría de la ciudadanía siente que los partidos políticos cada vez representan menos los deseos del pueblo. No podemos negarnos pues, a un sistema más representativo de los deseos colectivos, simplemente porque tengamos miedo de estos. Defender una democracia más directa implica aceptar lo que el pueblo quiere, sin más, por mucho que consideremos que la mayoría puede no tener siempre razón.
Por tanto, debo aceptar y ser coherente con mis propias convicciones, diciendo sí al referéndum, a pesar de estar casi seguro de que ganará el SÍ a la Cadena Perpetua. Pero sí a este y otros muchos muchísimos más referéndum que se tendrían que celebrar en este país para ganar en democracia.
Ya se hizo. Cuando se votó la Constitución.
ResponderEliminarDe todas formas me parece absurdo darle tanta repercusión a este hombre.
Es normal que quiera cadena perpetua. Si a mí me mataran a mi hija lo que querría es cargarme a ese hijoputa por mis propios medios.
Afortunamdente, no vivimos en el Salvaje Oeste y la Justicia está para impartir Justicia y no Venganza.
Lo que a mí me preocupa no es si Cadena Perpetua sí o Cadena Perpetua no. Lo que me preocupa es el omnímodo poder de los medios.
¿Por qué este hombre se le recibe en la Moncloa y no a los familiares de todos los asesinados en España cada año? ¿Por qué él sí y no ninguno de los padres de las mujeres muertas a manos de su "pareja"? ¿Es su caso más especial? ¿Más recriminable?
No, simplemente, su caso es más morboso. Y si no, a cuenta de qué está el enseñar una y otra vez la foto de la chica con su ex-novio por todas partes (les falta hacer cartelones para la parada de autobuses).
Una chica menor de edad asesinada por su ex-novio despechado y encubierto por su hermano y su colega. ¡Es como si fuera el argumento de un culebrón mañanero! ¡No puede tener más carnaza!
Y por eso, este hombre está en la Moncloa y el padre del chico que mataron en un discoteca aquí en Granada no lo está.
Porque los medios dijeron que debía estar.
¿Democracia?
Aquí hay 4 poderes, 3 los elige el pueblo.
El cuarto, no.
La cadena perpetua nos parece un método bárbaro, casi tanto como la pena de muerte. Pero si estamos tan seguros de que la mayoría de la población está de acuerdo con ella, quizás es que nuestra cultura aún es demasiado bárbara y poco civilizada, y si así es la idiosincrasia de este pueblo, que apechugue con las consecuencias.
ResponderEliminar¿Pero entonces qué hacemos con los que no estemos de acuerdo? ¿Nos mudamos a un nuevo territorio en el que poder poner las leyes que más nos gusten? ¿O aceptamos que hay que anteponer el bien común al individual, aunque nos tengan que echar abajo la casa para que pase una carretera?
¿Y si al final resulta que la cadena perpetua es un sistema eficaz que hace disminuir la delincuencia, con un coste razonable, crea empleo y nos beneficiamos todos? Estaríamos criticando de populistas a gente que sin saber, saben más que nosotros.
A mí me gustaría más poder aplicar algún método científico para demostrar si tal o cual medida tendrá un efecto positivo o negativo, de tal modo que todos lo vean claro y haya pocas dudas, por encima de consideraciones éticas, aunque teniéndolas en cuenta. Así el que vote por sus intereses personales estará en minoría y la democracia será ventajosa para la sociedad en general. Convertir los temas en asuntos oscuros que sólo puedan entender expertos a sueldo de gente con mucho dinero sólo sirve para que nos puedan manipular a voluntad y conduce al tipo de sociedad que vivimos hoy en día.
Veo que todos habéis obviado mi comentario :D
ResponderEliminar(Excepto por el jefe que se ha leído la primera línea XD)
Puede que penséis que mi comentario era demasiado mundano para vuestro elevados temas. Pero, desde mi punto de vista, presenta el problema principal de vuestra "democracia directa".
Vale, decidimos hacer referéndums para todo y suponemos que gracias a las nuevas tecnologías podemos recoger toda la información de forma fiable y segura en un corto espacio de tiempo. Supongamos también que la gente está muy concienciada y que vota todo lo que le pongas (obsérvese lo elevado de la suposición).
Supóngase, como digo, todo lo anterior. ¿Quién decide el material de discusión? ¿Cualquiera? ¿Un político? (si es así, habrá que votarlo y volvemos a la casilla de salida) ¿Grupos sociales (lobbies)? (prefiero, a los políticos oye).
Primer obstáculo. Bueno, supongamos que, de alguna forma, los temas van surgiendo y que estos son siempre más o menos populares o necesarios. ¿Cada cuánto votamos una misma ley? ¿Cada generación? ¿Cada año? ¿Cada mes? ¿Cada semana?
Ustedes dirán ¡qué locura, la opinión de la gente no cambia de un día para otro! Pues debo discrepar, y para demostrarlo ahí están las encuestas de todo tipo. No voy a dar ejemplos para que me rebatáis la idea y no los ejemplos, pero todos hemos visto en la tele que las encuestas de opinión cambián casi cada día.
Es más la opinión de la gente es muy suceptible de la manipución mediática expresada en mi anterior comentario. Hoy puede que hagas un encuesta y todos pidan la cadena perpetua y la si la semana que viene sale un caso de un tío que murió en la cárcel por un crimen que no cometió y los medios se empecinan con él, puede que la encuesta pida que se relajen las condenas.
Desde mi punto de vista, con la democracia directa que proponéis no conseguiréis arreglar la política, sólo la trivializaríais. Aparte, la gente se sentiría insegura porque no sabría en que momento podrían cambiar las leyes. Además sería complicado (por no decir imposible) seguirle la pista a todas y podrían levantarse una mañana y descubrir que están cometiendo un delito.
Por otra parte, la democracia directa no soluciona el problema principal de la democracia: el ignorar a las minorías que son, precisamente, las más necesitadas.
Pero eso queda para otro día. Por hoy ya he hablado mucho.
A ver, alex, al igual que bobby os centrais es potenciales problemas surgibles de una democracia directa. Os podría dar doscientas soluciones distintas a las que seguramente me daríais nuevamente nuevas problemáticas.
ResponderEliminarSin embargo no criticais la esencia de la democracia directa sino que criticais la propuesta en base a que "supuestamente" no podría funcionar.
¿Por qué no? ¿Acaso no se puede ensayar? Aqui en mi provincia ya hay un caso de un ayuntamiento que tienen una seudodemocracia directa. No me acuerdo el nombre pero el alcalde se dedica a preguntar a los ciudadanos sobre cuestiones espinosas. En Suiza también se practica.
No es acaso eso mejor que entregar toda tu vida y posesiones por un periodo de cuatro años que jamás sabes de antemano que verdaderamente cumplirá con sus obligaciones legales, como dice (mejor expresado) mi colega manueconomic?
Es cuestión de ser valiente y experimentar con un nuevo sistema en vez de resignarse con el que tenemos, por creer que es el mal menor.
Respecto al problema de las minorías. Tampoco el sistema actual lo resuelve por lo que no supone ni un avance ni un retroceso. Y los partidos y asociaciones están para explicar a la ciudadanía las bondades o maldades de determinadas decisiones.
Veo que hemos coincidido con el tema en el tiempo ¡Empezamos a entendernos!
ResponderEliminarCreo que los partidos políticos no son incompatibles con la Democracia directa. De hecho se debería mantener el actual sistema de elecciones partidistas. Hasta ahí todo igual.
Pero a la hora de votar propuestas aprobadas por el Congreso, el pueblo soberano debe ratificarlas, al menos las más transcendentales. No sé, del tipo: vamos a invadir un país, vamos a implantar la cadena perpetua, etc...
Creo que el Congreso deberá aprobar las leyes y el pueblo en asamblea virtual ratificarlo. Habría que perfeccionar los medios y el reglamento, por ejemplo imponiendo un quorum mínimo para todas las votaciones asamblearias populares. Habría mil maneras de implementar este sistema, pero seguro que no lo haremos hasta que no se nos adelante otro país con más personalidad que el nuestro.(siempre hemos ido a remolque en cuestiones de derechos civiles, no sé por qué íbamos a cambiar ahora)