La medida que traemos hoy para combatir la crisis económica que afecta a España con ser extraña y demasiado concreta no deja en mi opinión de ser necesaria y positiva.
Anualmente solo una pequeña fracción de todos los estudiantes se deciden a emprender el Erasmus. Los motivos de que muchos no se decidan son múltiples. Unas veces se centran en motivaciones económicas, otras en insuficiencia formativa en idiomas y en muchos casos es simple y llanamente el miedo a vivir en otro país/cultura.
Pero de todos aquellos que hemos podido vivirlo es conocido los enormes beneficios que esta experiencia produce en el estudiante, tanto a nivel académico-formativo, como en el propio desarrollo de la personalidad. Por esto planteo la necesidad de convertir el “Erasmus” en una obligación académica.
El coste de mandar a miles de estudiantes cada año podría parecer abrumador. Haciendo cuentas de forma chapucera sabemos que aproximadamente hay más de un millon de estudiantes universitarios repartidos en distintos cursos. Si suponemos que aproximadamente están repartidos en 4 cursos estimo que debe haber entre 250 y 300 mil estudiantes por curso que habría que mandar cada año al extranjero de tomar esta radical medida.
Teniendo en cuenta que el coste de la estancia en el extranjero es elevado (y que raramente baja de los 400 – 500 euros al mes) y que la estancia mínima es de un cuatrimestre, haciendo la cuenta tenemos en el peor de los casos:
300.000 Estudiantes x 500 euros al mes x 4 meses = 600 mill. de euros anuales.
Lo cual puede parecer un gran gasto pero que en verdad es una gran inversión porque:
Limitarse únicamente al ámbito universitario o extenderlo a otros niveles formativos es ya una cuestión de edad. Lo fundamental debe ser el hecho en sí de que cuantos más estudiantes mandemos, mejor mano de obra en el futuro tendremos. Un Erasmus obligatorio no es más que una medida de política economica de largo plazo, de esas que tanto echamos de menos por parte del gobierno.
Anualmente solo una pequeña fracción de todos los estudiantes se deciden a emprender el Erasmus. Los motivos de que muchos no se decidan son múltiples. Unas veces se centran en motivaciones económicas, otras en insuficiencia formativa en idiomas y en muchos casos es simple y llanamente el miedo a vivir en otro país/cultura.
Pero de todos aquellos que hemos podido vivirlo es conocido los enormes beneficios que esta experiencia produce en el estudiante, tanto a nivel académico-formativo, como en el propio desarrollo de la personalidad. Por esto planteo la necesidad de convertir el “Erasmus” en una obligación académica.
El coste de mandar a miles de estudiantes cada año podría parecer abrumador. Haciendo cuentas de forma chapucera sabemos que aproximadamente hay más de un millon de estudiantes universitarios repartidos en distintos cursos. Si suponemos que aproximadamente están repartidos en 4 cursos estimo que debe haber entre 250 y 300 mil estudiantes por curso que habría que mandar cada año al extranjero de tomar esta radical medida.
Teniendo en cuenta que el coste de la estancia en el extranjero es elevado (y que raramente baja de los 400 – 500 euros al mes) y que la estancia mínima es de un cuatrimestre, haciendo la cuenta tenemos en el peor de los casos:
300.000 Estudiantes x 500 euros al mes x 4 meses = 600 mill. de euros anuales.
Lo cual puede parecer un gran gasto pero que en verdad es una gran inversión porque:
- gastar en educación no es derrochar dinero sino invertir en capital humano, en futuros potenciales trabajadores
- se les da una formación idiomática que difícilmente adquirirían aquí
- si se aplicara a nivel europeo todos los países se verían simultáneamente beneficiados por los gastos que los propios estudiantes realizan en los países de destino
Limitarse únicamente al ámbito universitario o extenderlo a otros niveles formativos es ya una cuestión de edad. Lo fundamental debe ser el hecho en sí de que cuantos más estudiantes mandemos, mejor mano de obra en el futuro tendremos. Un Erasmus obligatorio no es más que una medida de política economica de largo plazo, de esas que tanto echamos de menos por parte del gobierno.
Siempre es interesante encontrar blogs que traten temáticas tan interesantes como es tu caso. Dentro de poco quizás me de por meterme de lleno en un piso y tendré en cuenta tu blog.
ResponderEliminarSuerte con él amigo. Lo he conocido gracias al foro de "20 minutos". Tú sigue así. Aprovecha los próximos "Premios 20 Blogs" para darlo a conocer ¿de acuerdo? ¡Suerte!
El cálculo de tremen es correcto. Si los estudiantes de erasmus se alojan en residencias universitarias públicas, van a comedores universitarios, alquilan una bicicleta y sólo salen de copas una vez al mes, es posible que el coste se quede por ahí. Pero bueno, las copas no las tiene por qué pagar el país ¿no? Si sólo te pagan lo imprescindible, puede que salga incluso más barato. A saber: el viaje, la estancia y la comida. Quizá algún curso de apoyo del idioma.
ResponderEliminarEs inevitable juntarse con otros extranjeros, preferiblemente con los que hablen tu mismo idioma. Porque es muy frustrante cuando quieres expresarte de forma más compleja que un 'hola, me llamo juan, ¿cómo está usted?'. Además, también es más fácil relacionarse con extranjeros que no hablen el idioma del país, porque ellos tampoco lo hablan muy bien, y se esfuerzan por que se les entienda, y comprenden tu situación mejor que los autóctonos.
La experiencia es positiva, pero no es académicamente rentable para todo el mundo. Más de uno no será capaz de seguir el curso en otro idioma y su expediente empeorará, sobre todo para carreras de letras. Pero los beneficios sobre la personalidad son muy superiores a las desventajas académicas. Si alguna vez queremos tener una Unión Europea política y consolidada, éste es un buen camino para conocernos.
Esta medida no es tan revolucionaria como parece. Creo que es Suecia la que ya lo tiene implantado, y para poder acabar algunas carreras es obligatorio cursar un año en el extranjero, con gastos financiados por el erario público, y no se han arruinado todavía.
Esto no es invertir en educación, es invertir en una sociedad más tolerante y pacífica.
En lo último puede que tengas razón, pero de todos modos bobby, opino que a veces es necesario que te den la patada para que vivas una aventura.
ResponderEliminarYo personalmente, como sabes, fui medio por voluntad propia pero también medio obligado ¿verdad alex? jejeje, el sabe lo que me refiero.
A mi me dieron un empujoncito, del cual estoy muy agradecido, aunque en el momento estaba aterrado he de confesar.
Estas cosas enriquecen mucho y te hacen mejor persona en todos los aspectos. Vamos digo yo, jajaja.
Respecto a lo que dices de que hay gente que no lo aprovecha, ello no quiere decir que de todos modos no se les deba dar el empujón. Si por ello tuvieramos que echar atrás todas las iniciativas... no emprenderíamos nada.
En toda iniciativa hay pros y contras, naturalmente, y tu has expuesto adecuadamente una. Y yo te podría poner una solución. La cuestión no es tanto ver si resulta beneficioso o no a nivel global sino si individualmente estamos procurando una mejor educación a un determinado numero de personas aunque luego globalmente los resultados no puedan parecer buenos.