Acaba sin lugar a dudas la semana más importante de la historia de las crisis financieras desde la gran depresión. Nunca se habían derrumbado tanto las bolsas y nunca se habían recuperado tanto.
Lo de hoy, con la subida más importante de la historia de la bolsa evidencia la importancia de la intervención americana. El gobierno americano a decidido liquidar el mecanismo de libre mercado con la mayor intervención de rescate bancaria que se recuerda, algo que se podría calificar como un gran plan marshall para bancos y no es otra que la creación de una agencia estatal de rescate financiero cuya finalidad es la de absorber todos los bonos tóxicos generados por la crisis de las hipotecas subprime y que se han extendido por todo el sistema.
Sin dejar de reconocer lo positivo de esta medida, que demuestran un giro importante en la política económica americana, posicionándose claramente en una vertiente keynesiana, hay que decir que el coste del ajuste económico puede ser tan fuerte como la propia crisis. Me explico. Para financiar esta intervención, en un estado que se ha caracterizado por tener unos déficit públicos y exteriores fortísimos en los últimos años, solo puede hacerse de una de estas 3 vías:
- A través de una subida de impuestos importante, (histórica me atrevería a decir). Puede hacerse, pero las subidas de impuestos en estados unidos las suele pagar el pequeño o mediano contribuyente a lo sumo, pero nunca el gran contribuyente.
- A través de una enorme emisión de deuda pública. Problema: la credibilidad en el sistema financiero americano ha caído. Tratar de colocar enormes cantidades de deuda puede resultar tremendamente difícil si esta no se remunera bien. Así que una de dos:
- A través del señoriaje, es decir, la emisión de dinero público para financiar la deuda del Estado. Dicho burdamente consiste en que el Estado le ordena a la fábrica de moneda que le dé a la máquina de hacer dinero para pagar sus deudas. El problema que esto genera es muy nocivo para la economía ya que aumenta la cantidad de dinero de la economía sin que se vea acompañado por un aumento paralelo de la producción. Consecuencia: inflación. En grandes cantidades: hiperinflación, tal y como le sucedió a Alemania en 1923 y resulta devastador. Es una práctica que se abandonó por sus conocidas consecuencias pero suele hacerse no obstante de forma encubierta para cubrir ciertos déficits. Se realiza permitiendo durante determinadas épocas inflaciones más altas de lo habitual que provocan una depreciación de las deudas contraídas por el estado. No sería extraño que Estados Unidos permitiera inflaciones moderadas para ajustar su economía pero las consecuencias suelen ser también negativas, ya que el peso del ajuste caería nuevamente en las clases más desfavorecidas y los países más débiles debido a que el dólar se depreciaría notablemente.
Vemos por tanto que una socialización de pérdidas tiene consecuencias muy importantes en la economía y que en función de la vía que se elija, el ajuste recaerá en unos u en otros agentes. Lo importante es que se elija bien ya que según se haga puede estar solucionando o posponiendo el problema.
Lo que si está claro es un hecho, esta crisis acabará con el poderío económico americano y su política ultramercantilista. Probablemente veamos un retorno a a posturas más keynesianos y cierta competencia por recoger el testigo de los estados unidos en el liderazgo mundial.
Lo de hoy, con la subida más importante de la historia de la bolsa evidencia la importancia de la intervención americana. El gobierno americano a decidido liquidar el mecanismo de libre mercado con la mayor intervención de rescate bancaria que se recuerda, algo que se podría calificar como un gran plan marshall para bancos y no es otra que la creación de una agencia estatal de rescate financiero cuya finalidad es la de absorber todos los bonos tóxicos generados por la crisis de las hipotecas subprime y que se han extendido por todo el sistema.
Sin dejar de reconocer lo positivo de esta medida, que demuestran un giro importante en la política económica americana, posicionándose claramente en una vertiente keynesiana, hay que decir que el coste del ajuste económico puede ser tan fuerte como la propia crisis. Me explico. Para financiar esta intervención, en un estado que se ha caracterizado por tener unos déficit públicos y exteriores fortísimos en los últimos años, solo puede hacerse de una de estas 3 vías:
- A través de una subida de impuestos importante, (histórica me atrevería a decir). Puede hacerse, pero las subidas de impuestos en estados unidos las suele pagar el pequeño o mediano contribuyente a lo sumo, pero nunca el gran contribuyente.
o Si el peso del ajuste se lo lleva el pequeño y mediano contribuyente, sería una medida muy contractiva para el consumo ya que le estamos quitando dinero a las clases sociales más numerosas en estados unidos. Consecuencia: más crisis.
o Si el peso del ajuste se hace a costa de los grandes contribuyentes (algo inédito) supondría el giro más radical en la política americana que se recuerda. Personalmente, no creo que se produzca pero si se diera, bienvenido sea porque no repercutiría sustancialmente en la economía.
- A través de una enorme emisión de deuda pública. Problema: la credibilidad en el sistema financiero americano ha caído. Tratar de colocar enormes cantidades de deuda puede resultar tremendamente difícil si esta no se remunera bien. Así que una de dos:
O se consigue colocar toda la deuda, en cuyo caso sería a unos intereses muy altos (lo cual sería muy gravoso para las generaciones futuras)
O bien se mejora la credibilidad del sistema financiero mediante una gran reforma que lo acerque a la seguridad de los sistemas europeos. Ello permitiría reducir los intereses de la deuda y lo haría menos gravoso
- A través del señoriaje, es decir, la emisión de dinero público para financiar la deuda del Estado. Dicho burdamente consiste en que el Estado le ordena a la fábrica de moneda que le dé a la máquina de hacer dinero para pagar sus deudas. El problema que esto genera es muy nocivo para la economía ya que aumenta la cantidad de dinero de la economía sin que se vea acompañado por un aumento paralelo de la producción. Consecuencia: inflación. En grandes cantidades: hiperinflación, tal y como le sucedió a Alemania en 1923 y resulta devastador. Es una práctica que se abandonó por sus conocidas consecuencias pero suele hacerse no obstante de forma encubierta para cubrir ciertos déficits. Se realiza permitiendo durante determinadas épocas inflaciones más altas de lo habitual que provocan una depreciación de las deudas contraídas por el estado. No sería extraño que Estados Unidos permitiera inflaciones moderadas para ajustar su economía pero las consecuencias suelen ser también negativas, ya que el peso del ajuste caería nuevamente en las clases más desfavorecidas y los países más débiles debido a que el dólar se depreciaría notablemente.
Vemos por tanto que una socialización de pérdidas tiene consecuencias muy importantes en la economía y que en función de la vía que se elija, el ajuste recaerá en unos u en otros agentes. Lo importante es que se elija bien ya que según se haga puede estar solucionando o posponiendo el problema.
Lo que si está claro es un hecho, esta crisis acabará con el poderío económico americano y su política ultramercantilista. Probablemente veamos un retorno a a posturas más keynesianos y cierta competencia por recoger el testigo de los estados unidos en el liderazgo mundial.
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