Una de las consecuencias más funestas que tiene la especulación es la alteración del precio objetivo de los bienes a los que ataca provocando que estos no reflejen adecuadamente la escasez existente en el mercado y distorsionando las señales que los productores y consumidores reciben de estos.
El arma principal de la especulación es la intermediación en el tránsito de los bienes entre productores y consumidores de manera que estos agentes se apoderan de las plusvalías que las fluctuaciones de los precios generan.
Para luchar contra la especulación Keynes ideó ya en su tiempo un arma efectiva: los Stocks reguladores.
¿Qué es un Stock regulador?
Un stock es un almacenamiento de bienes para afrontar las fluctuaciones existentes en los precios. Actúan fundamentalmente comprando cuando el precio de una mercancía baja demasiado y vendiendo mercancía cuando este alcanza un nivel desmesurado.
Normalmente estos stocks están en manos de agentes púiblicos que tratan de evitar fluctuaciones excesivas de los precios de determinadas mercancías de interés general.
El stock se instrumenta en forma de bandas automáticas de actuación sobre un precio objetivo libremente fijado.
Poniendo un ejemplo, imaginemos que deseamos mantener el precio de los tomates en torno a 1 € el kilo. Para ello la autoridad crea un stock con el que evitar excesivas fluctuaciones y marca una banda de fluctuación de +/- 0,20 €. En el momento en que el precio salte esa banda de fluctuacion la autoridad deberá actuar:
- Comprando si el precio baja de 0,80 € el kilo
- Vendiendo si el precio sube de 1,20 € el kilo
Ventajas e inconvenientes del Stock
La ventaja fundamental de este sistema es que desincentiva la especulación al enviar un mensaje de que la autoridad intervendrá si el precio salta la banda de fluctuación
Otra ventaja fundamental de este sistema es el hecho de que la autoridad se apodera de parte del beneficio que se llevan los especuladores de las fluctuaciones del mercado. Al comprar cuando está barato y vender cuando está caro, el Estado está especulando en el sentido estricto de la palabra. Es decir, lejos de ser una actividad costosa para la Estado reporta beneficios que repercuten lógicamente en la Sociedad:
1º Porque ofrece estabilidad de precios a los consumidores
2º Porque las arcas del estado se llenan con las ganancias de la compraventa de mercancías.
Sin embargo, como no podía ser de otro modo, también presenta ciertos inconvenientes.
En primer lugar el Stock regulador puede agotarse. Si llegado un determinado momento el precio se desvía al alza, el Estado podrá responder vendiendo hasta que se le agote lo que tenga almacenado en ese momento, pero no más, pudiendo saltar por los aires las bandas de fluctuación si la especulación es muy superior a la capacidad de respuesta del stock.
Para solventar este problema el Estado mismo puede tomar varias medidas:
Elevar la banda de fluctuacion (y con ello permitir más especulación sin intervención)En segundo lugar presenta el problema de la arbitrariedad de las bandas. ¿Dónde deben colocarse las bandas de fluctuación? y sobre todo ¿con que criterio se fija el precio de referencia?
Elevar el precio de referencia (con lo que las bandas inferior y superior se elevan)
Fabricar él mismo el bien para luego suministrarlo (corriendo el riesgo de suplantar la actividad productiva)
Esto puede solventarse parcialmente fijando un criterio de bandas móviles. Se pueden poner un precio de referencia en función del coste de producción del bien que sea revisable periódicamente. Pero esto conlleva numerosos problemas de fijación de precios y de incentivos.
En tercer lugar el grado de especulación que haya en el mercado y la capacidad de intervencion del Estado pueden ser determinantes. Un mercado con un elevado grado de especulación puede ser imposible de controlar si el Estado no maneja suficientes recursos para combatirla.
Por último no todos los bienes pueden someterse al sistema: hay bienes que son perecederos y que no pueden ser almacenados etérnamente, hay bienes que presentan numerosas diferencias de calidad y que si no se estandarizan no pueden ser vendidos en masa al mismo precio, etc…
Aún presentando numerosos problemas este sistema puede ser una solución efectiva al problema de la especulación. Además es un sistema probado ya con éxito en algunos mercados como el de divisas. Sin embargo este sistema por si solo presenta cierta vulnerabilidad si no se acompaña de otras medidas contra la especulación.
Para mercados de bienes tan básicos como la Vivienda, alimentos, petróleo, etc… puede ser la solución ideal que proporciona cierto blindaje a la especulación sin tener que renunciar a la economía de mercado.
No me agrada la idea de un stock de viviendas, al igual que tampoco me gusta ver un millón de viviendas vacías. Mucho suelo arrebatado a la naturaleza que no sirve absolutamente para nada.
ResponderEliminarEstaría mejor si este stock estuviera en alquiler, mientras no se requiera su venta, aunque eso dificulta su liquidez.
Leyendo entre líneas, creo que lo que propones es que el estado haga una inversión y compre (o construya) viviendas en caso de que los precios bajen mucho, quizás para evitar tu temida deflación, y dotarse así de un stock para intimidar a los especuladores. De esta manera los promotores saldrían del agujero negro en el que se han metido, y habría un parque de vivienda pública para alquilar interesante, con su efecto regulador de precios. El problema aquí es que no veo de dónde va a salir el dinero para impedir que las empresas de los primos de nuestros políticos dejen de forrarse a costa del contribuyente. Es que no le veo voluntad a los políticos que nos gobiernan, porque les veo muy interesados en seguir con el negocio (se ve que les va bien).