La lucha contra la homofobia

En mi opinion una sociedad progresa, en la medida en que la mayoría dominante va aceptando como normal la existencia, convivencia y peticiones de las minorías. Sin embargo, ni es igual de fácil integrar a todas las minorías ni estas se integran en la sociedad con la misma facilidad.

Una de las minorías probablemente menos entendidas y más discriminadas a lo largo de la historia ha sido el colectivo homosexual. La invisibilidad de este colectivo por miedo al rechazo y la represion, ha convertido a este en uno de los más desconocidos y odiados.

De hecho los avances en materia de derechos sociales, primer paso para la normalización de la convivencia, está muy retrasado en muchos países. E incluso en algunos países avanzados donde todavía se considera la homosexualidad una enfermedad o se persiguen sus prácticas. En los peores casos se castiga y se ejecuta a los homosexuales.

Aunque en España estamos sumamente avanzados en esta materia (permitiéndose el matrimonio y la adopción de niños) lo cierto es que persiste la homofobia en muchísimos ámbitos.

Para la normalización de la convivencia de este colectivo en la sociedad hace falta eliminar de raíz las conductas homófobas y eso empieza, como casi todas las fobias, por lograr una educación donde se enseñen valores como la tolerancia y el respeto.

Las escuelas son el primer criadero de conductas homófobas y sexistas. Arrastrado de la generacion anterior, los niños de hoy día siguen pensando que los niños solo deben estar con los niños y las niñas con las niñas. Que los niños no lloran y las niñas sí. Que los niños son fuertes y las niñas sensibles.

De ahí, que cuando un niño muestra trato con niñas, llora o mostra una conducta especialmente sensitiva se le discrimine y aparte del grupo tratándole generalmente como "maricón". Desde nuestras reacciones les reforzamos negativamente estas conductas haciendoles creer que este es el peor insulto que un niño puede recibir. Perpetuamos así unos modelos de comportamiento perniciosos para la convivencia.

Es una lástima que los esfuerzos por erradicar estas conductas sexistas y homofobas sean tan pocos pero sobre todo es una desgracia que las pocas que se llevan a cabo se banalicen y politicen totalmente.

Recuerden sino el ejemplo de Educacion para la Ciudadanía, una asignatura enviada desde Europa con el propósito básico de educar a los niños en tolerancia. Pero por circunstancias electorales se convirtió en un supuesto ideario socialista provocando una grandisima polémica que todavía dura.

Asi es normal que ningun niño o niña quiera "salir del armario" cuando encuentra un entorno tan hostil a su alrededor, en donde además el mundo de los adultos se pelea por decidir todavía si mostrar la homosexualidad a los niños les puede "confundir".

No ayuda tampoco, la postura de la jerarquía eclesiastica en contra de la equiparacion del matrimonio homosexual y el heterosexual. La obsesión de esta por separar ambos ha posicionado a gran parte de la sociedad en una actitud hostil hacia la homosexualidad visualizandola como una eleccion caprichosa, depravada o pecaminosa. Esto envía un mensaje a los niños nefasto, especialmente si estos se educan en ambientes religiosos.

Habría que separar la religion de las escuelas, o al menos forzar a la jerarquía a mostrar un mensaje menos hostil hacia el colectivo. Pero sobre todo lo que hace falta es que haya más Escuelas sin armarios, como bien decía el lema de la manifestación del orgullo gay del 2009. Escuelas donde el tema de la sexualidad (tanto homosexual como heterosexual, transexual,...) se trate como algo normal y no como algo pecaminoso o vergonzoso. Para que deje de utilizarse este tema como un método para crear una barrera más en nuestra sociedad.