miércoles, 22 de julio de 2009

Sed felices

Decía Tremen, en su campaña en contra de la lotería, que el dinero no da la felicidad. Ciertamente. ¿Pero qué da la felicidad?

Para responder a esta pregunta, primero hay que saber qué es ser feliz. Ser feliz no es estar siempre alegre y sonriente, tampoco es tenerlo todo, ni tampoco es evitar las dificultades. Para ser feliz lo único que se necesita es darle un sentido a la vida. Puedes llegar malhumorado a casa, puedes pasar por necesidades, pueden salirte muchas cosas mal. Pero si sientes que has estado trabajando por un objetivo personal y trascendente, entonces, quizás sin saberlo, serás feliz.

Hay muchas clases de objetivos trascendentales en la vida. Para algunos el objetivo será tener cada vez más, no por compararse con el vecino, sino porque su vida sólo tiene sentido si gracias a su esfuerzo, al año siguiente las ganancias son mayores. Para otros será tener muchos amigos, amigos sinceros o circunstanciales. Otros buscarán el sentido en su legado genético (padres) o educativo (profesores). Otros se dedicarán por entero a una causa: la investigación, la lucha social, la evangelización, etc.

Sí, se que parece sacado de los Sims (R), pero el juego no se hizo de la nada.

Hay dos dificultades para ser felices. La supervivencia, y la pérdida del rumbo.
Lo de la supervivencia es obvio. Para poder comer, para no dormir en la calle y tener con qué cubrirnos, necesitamos trabajar y ganar dinero. Ese tiempo dedicado a cubrir las necesidades, reales e imaginarias, no nos hace felices.
La pérdida de rumbo puede ser bien porque no tengas muy claro qué es lo que te llena, o bien porque aún sabiéndolo, te has distraído con cosas que otros te han dicho que te darían la felicidad.

El sistema en el que vivimos también pone las cosas difíciles. Nos obligan a consumir cosas que no necesitamos, que no nos gustan, o que tenemos que tirar al poco, de modo que no nos queda tiempo para otra cosa que no sea trabajar y consumir. Incluso si renuncias a consumir en exceso, en tu trabajo te exigen un mínimo de dedicación, que te llega a ocupar media vida, y cuando quieres dedicarte a lo que te gusta, ya no puedes porque estás demasiado cansado.

**Receta para la felicidad**
1. Identifica tu objetivo en la vida. Es tu subconsciente el que decide el objetivo, no sirve desearlo racionalmente. Para ello, analiza con qué tipo de actividades te sientes más realizado y trata de ver qué tienen en común.
2. Márcate pequeñas metas a corto plazo, relativamente fáciles de conseguir, y algunas a medio plazo, que sean coherentes con tu objetivo de la vida, y luego cúmplelas.
3. Comprueba que le dedicas el tiempo suficiente y que no lo pierdes en cosas innecesarias.

Artículo de Abraham J. Palma


3 comentarios:

  1. yo creo que la felicidad es "momentos de bienestar".

    Si consigues sentirte bien más veces que mal, entonces se supone que en el cómputo global sentirás que has sido feliz

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  2. Hay gente que es feliz trabajando. Solo es cuestión de que te guste lo que haces.

    Es decir,puedes "estar" bien en el trabajo. Aunque yo creo que el estrés no es compatible con la felicidad.

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  3. Ahí tienes razón, Tremen. Tú puedes estar estresado durante el trabajo, pero si sabes que lo que haces sirve para algo, por lo menos sales satisfecho (que es algo muy importante) y eres capaz de desconectar más del trabajo para que puedas disfrutar más del tiempo libre.

    De todas formas, las situaciones de estrés se pueden soportar, lo que no se puede soportar es un ambiente estresante: Si trabajas de esa forma durante bastante tiempo al final acabas pagándolo.

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