Es curioso como el azar se preocupa a veces de dar en unas cosas cuando nos quita en otras. Y es que la Selección está demostrando que cuando todo va mal en España, el futbol puede devolver la ilusion a la gente.
España está tremendamente ilusionada con su equipo tras el recital que la agónica, pero merecida victoria ante Italia y sobre todo, tras el maravilloso partido ante Rusia y ya pensamos incluso en ganar la Eurocopa.
Ahora vivimos en una especie de sueño que no queremos que acabe nunca. Nuestro equipo nos ha quitado esa especie de depresion colectiva que se ha apoderado de los españoles desde hace muchos años. No solo por el hecho de que hacía muchísimo que no pasabamos de cuartos de final de una competición importante, sino también porque el españolito se había resignado a que nunca seremos lo que aspiramos ser: un gran país.
España es muy peculiar en todos los sentidos. Nuestra historia y la influencias culturales que hemos tenido han configurado una psicología muy compleja y dificil de explicar. Muestra de esto es por ejemplo el hecho de que en España no se celebre llegar a cuartos de final cosa muy común en otros paises más acostumbrados a ganar como nosotros, tales como Alemania.
Y por ello el pase de España a Semifinales me atrevería a decir que fue el acontecimiento más celebrado en nuestro país desde hace mucho mucho tiempo. Fue como una liberación de una maldición que se había apoderado de nosotros hace 24 años. No solo eso, el desarrollo especial de este partido hizo que la victoria fuera aún más liberadora si cabe. Ganar a Italia, vigente campeona del mundo, a su estilo y en los penalis, donde España siempre perdía en cuartos fue indescriptible. Yo jamás en mi vida había visto un partido más tenso como aquel.
Parecía que todo se encaminaba a repetir la maldicion. Jugabamos mejor que ellos pero el gol no llegaba. Asi transcurrieron los 90 minutos y la prorroga, donde jugamos mejor si cabe y el fatalismo se empezaba a apoderar de nosotros. Todos presentíamos que los penaltis iban a llegar y nos temíamos que la historia se volviera a repetir.
Pero la historia no se repitió. Tras una tanda de penaltis que yo jamás olvidaré por lo emocionante, toda España gritó de alegría cuando tras el ultimo penalti, nuestra victoria se confirmaba. Estalló entonces el júbilo por las calles y la fiesta se extendio por toda la geografía española.
El partido de semifinales fue más entretenido y menos sufrido, y la segunda parte, la mejor que he visto nunca pero no fue lo mismo. No era como con italia. Aunque me alegré, como es natural, pero no fue tanto como el otro partido. Aún así y como es lógico la fiesta se repitió.
La selección de futbol ha conseguido quizás la hazaña más increible que se recuerda y no hablo de llegar a la final. La selección ha unido a nuestro país y ha devuelto el “orgullo de ser español”.
España no es un país nacionalista en el sentido de exhibir el sentimiento patrio. Cuando un español viaja a otros paises, se sorprende de la cantidad de banderas que la gente exhibe. Franceses, Alemanes, Ingleses y sobretodo Estadounidenses son muchísimo más nacionalistas que nosotros. Alguien que no conoce bien nuestra cultura, es incapaz de entender que los españoles son mucho más tímidos a la hora de defender la simbología de su patria.
Es complicado de explicar el por qué. Probablemente esté muy relacionado con la configuracion autonómica federal de nuestro país y con la historia. España se avergüenza de su pasado franquista y asocia la bandera y el himno a esta época. Sentirse español es visto como ser de extrema derecha.
También está el problema de la configuración federal de nuestro país. Somos 17 regiones autónomicas con sus respectivas provincias y localidades. Y muchos ciudadanos especialmente de las regiones más castigadas por el franquismo, se sienten más identificados con su propia region que con la nacion española. Esto si cabe es más grave cuando hablamos del tema de las regiones más independentistas como Cataluña y el Pais Vasco donde muchos ciudadanos rechazan totalmente todo lo que tenga que ver con lo español.
Por último, el régimen monárquico infiere si cabe más recelos entre los sectores republicanos que asocian a nuestro rey como una prolongación del anterior régimen y están abiertamente en contra de la simbología actual heredera en parte de esa época.
Toda esta complejidad unida a la grave situacion economica que atraviesa España ha convertido al futbol en la válvula de escape de millones de personas frustradas que se sienten españoles, pero que encuentran muy dificil el demostrarlo.
España necesitaba que ocurriera esto tanto. Sin duda no ha podido venir en mejor momento. Nos ha unido bajo una bandera, un equipo y un sentimiento. La roja ha conseguido que incluso en las regiones más conflictivas se celebren las victorias de la selección. Y es que solo hay que ver los datos de audiencia para darse cuenta que incluso en estas regiones, el seguimiento a la selección está siendo altísimo y las imagenes de las celebraciones lo confirman.
Ser español está de moda y todo gracias al futbol. Ya no importa que la inflación haya subido un 5%, ni que las hipotecas estén más caras que nunca, ni que probablemente nos enfrentemos a la crisis más grave en mucho tiempo. Lo que importa ahora es ganar el domingo a Alemania y proclamarnos campeones de Europa.
¿Lo demás? Ya lo afrontaremos otro día.
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