El diario IDEAL de Granada, en su edición digital del viernes 17 de octubre nos muestra que el Grupo Empresarial Comarex ha tenido que liquidar (o sea, hacer ajuste de cuentas y cerrar el negocio) la empresa Vegas del Guadaira. Al parecer lo ha hecho presionado por su socio, CajaGranada, que ha decidido retirarse del negocio por los problemas económicos que está pasando tanto Comarex como Frai, inmobiliara cuyo administrador es socio de la anterior. La caja, ante la negativa del grupo a terminar ha amenazado con exigirle los vencimientos de su deuda, que está estimada en unos 70 millones de euros. Asímismo, Comarex ha cedido a CajaGranada parte de su patrimonio para hacer frente con el mismo a una parte de la deuda contraída.
Mostrar las debilidades de una empresa fuerte del sector en Granada (tiene propiedades y promociones distribuidas por Andalucía, el Levante Español e incluso el Delta del Ebro) ya de por sí es problemático, pero si en otra noticia, ésta de la Opinión de Granada la Asociación de Constructores y Promotores de Granada ha tenido que admitir que "la situación del grupo inmobiliario Comarex, que ha tenido que ceder parte de su patrimonio a CajaGranada para pagar sus deudas, es un fenómeno cada vez más generalizado en el sector", la situación consigue que las previsiones más optimistas hagan aguas. O sea, que como ya no pueden vender pisos las inmobiliarias no pueden pagar los préstamos hipotecarios que ellos contrataron para construir los pisos que ahora no pueden venderse. Porque éstas empresas también están hipotecadas, no nos vayamos a equivocar. Y la cadena sigue, porque el banco o caja que prestó el dinero para la hipoteca se arriesga a no cobrar todo lo que se le debe, y si tenemos en cuenta que estas entidades financieras pueden ser socios de promociones inmobiliarias que pueden salir mal el efecto se acentúa. Concretamente y en este ejemplo, CajaGranada era socio de Comarex participando al 60% del capital de Vegas del Guadaira. En pocas palabras, CajaGranada aportaba más capital que la propia inmobiliaria, y el hecho de que haya obligado casi con amenazas a Comarex a liquidar la sociedad da que pensar sobre el nivel de confianza que tenía la caja en la empresa.
¿Por qué todo esto? porque es irónico que mientras que el gobierno y los estamentos oficiales nos piden más confianza en los bancos y cajas, son precisamente éstos los que no se fían de la gente, de los inversores ni de ellos mismos. Porque de otra forma ¿por qué está el Euribor donde está y es tan complicado el solicitar un crédito que el estado ha tenido que hacer de avalista? Si tenemos que tener confianza en los inversores ¿por qué las bolsas parecen auténticas montañas rusas, subiendo y bajando sin ningún tipo de estabilidad? Además, teniendo en cuenta la decisión de CajaGranada, ¿cuántos bancos y cajas estarán en su misma situación con inversiones potencialmente peligrosas, cuáles serán sus reacciones y cuál es su verdadera realidad económica ante esta crisis que según los analistas va a durar por lo menos un año o un año y medio? Es decir ¿cuántos bancos y cajas tienen confianza en ellos mismos y en sus sistemas para capear el temporal?.
Si el sistema bancario español tiene esa fortaleza que asegura Pedro Solbes no deberían ocurrir demasiadas complicaciones, pero para que se de esa fortaleza se necesita transparencia en los movimientos de dinero y confianza mutua entre todas las partes implicadas. De momento, la transparencia está fuera de toda duda, pero la confianza requiere de acciones a todos los niveles. El gobierno ya ha dado el primer paso mediante sus medidas y los consumidores no tienen más remedio que confiar en ellos, porque son los que gestionan nuestro dinero. A falta de comprobar las reacciones de las empresas, ahora les toca mover a los bancos.
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