viernes, 31 de octubre de 2008

¿Tiene sentido la bolsa de valores?

La bolsa de valores es el mercado más conocido del sistema capitalista. En el se negocian todo tipo de valores de agentes del mercado. Acciones, obligaciones, participaciones, futuros, son negociados en él cada día a un precio variable fruto de la oferta y demanda que cada valor tiene en ese momento.

La bolsa es también una fuente de liquidez para estos agentes que pueden disponer en cualquier momento del dinero de sus “inversiones”. Pero la bolsa también es conocida (y más últimamente) por sus vaivenes, sus turbulencias, su volatilidad reflejo de que en ella hay algo que no acaba del todo de funcionar.

Es la esencia pura del liberalismo económico y como tal cuenta con el principal fallo del sistema: la especulación. Esta domina todo su funcionamiento. La mayoría de los agentes que intervienen en esta lo hacen con fines especulativos. Saber si va a subir o va a bajar, si debemos comprar o vender, etc.… es el principal trabajo de miles de brokers que trabajan en ella y que no se dedican más que especular en el sentido más puro de la palabra.

A tal punto ha llegado este sistema que miles de estos agentes operan cada día con perfeccionadísimos programas informáticos que prevén tendencias, calculan cuando debes comprar y cuando debes vender en función de unas resistencias personales (el precio máximo y mínimo al que comprar o vender) y las ejecutan en tiempo real.

Poco interesa la verdadera actividad de la empresa si no es para saber si su acción vale más o vale menos. Ya no interesa invertir sino especular. La bolsa ha provocado un enorme distanciamiento entre el “Inversor” y la Empresa.

La frontera entre Especulador e Inversor se ha difuminado

Antes de la globalización de los mercados, incluso antes de que existiera la bolsa las empresas necesitaban captar financiación y lo hacían mediante acciones que vendían entre personas interesadas en la actividad del empresario. Tanto era así que a menudo se vinculaban en el proceso productivo y jamás se le pasaba por la cabeza revender la acción para ganar un dinero. La acción por si misma era una fuente de dividendo, de ganancia. Y si la empresa iba mal se disolvía y el valor de esta se repartía entre sus accionistas.

El inversor buscaba también el beneficio pero con la diferencia de que se vinculaba verdaderamente en el quehacer de la empresa. Sin embargo hoy en día esto ha cambiado. Sigue habiendo inversores pero los especuladores lo han invadido todo.

¿Tiene sentido la bolsa?

La bolsa en su fundamento tiene sentido como mercado que proporciona liquidez a las acciones y financiación a las empresas. Si en un determinado momento necesitamos el dinero invertido damos una orden de venta y recuperamos el dinero que pusimos sin tener que esperar a la disolución de la empresa. Pero ahí mismo también reside su principal fallo. La bolsa proporciona una liquidez extrema. Se puede en cualquier momento comprar y en cualquier momento vender, independientemente del compromiso adquirido con la acción.

En el momento en que se proporciona esa liquidez se da alas a la especulación. ¿Que impide a alguien coger y vender una acción que compró 15 minutos antes? ¿Que compromiso tiene con una empresa una persona que metió su dinero en una empresa solo durante 15 minutos? ¿Es justo que se gane dinero a costa de una empresa si no se está comprometido con esta?

Sería entonces bueno reformarla

En la reunión del próximo 15 de noviembre, aquella en que en teoría se refundará el capitalismo, debería plantearse reformar la bolsa. Los valores deberían reflejar un precio real y no solo uno fruto de la oferta y demanda que tenga en cada momento. Hay que encontrar un sistema que vincule verdaderamente al Accionista con la Empresa. Un método que convierta Especuladores en Inversores.

Quizás sería bueno volver más iliquido este mercado. Obligar a mantener un tiempo la inversión. O quizás que el precio se calculara de otra forma, mediante el valor de la empresa. No lo sé, por desgracia no soy experto en bolsa. Pero es mi obligación denunciar como economista esta situación.

No puede ser que el mercado más importante de la economía, allá donde concurren miles de empresas para encontrar financiación, esté sometido al libre albedrío de la especulación, a la mano invisible de la codicia humana.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Tómatelo con humor (I)

De El Roto. Visto en el País.
Explicación concisa de lo absurda que resulta toda esta situación.

lunes, 27 de octubre de 2008

Post de prueba

Buenas, acabo de configurar una nueva opción
que hará más amenos los posts más largos.
A partir de ahora en estos posts irán
acompañados de este elance de aquí abajo...



...que te llevara al post completo. Como ya has observado.
Espero que el resto de blogueros hagáis buen uso de esta
nueva funcionalidad.

Riesgo de deflación

El término deflación se define como la reducción general del nivel de precios de una economía. Ello no implica que todos los precios se reduzcan a la vez sino que la media (medida por la inflación) presente tasas negativas. La reducción de precios de una economía puede ser tan perjudicial o más que su antónimo: la inflación.

Episodios inflacionistas en la historia de la economía hemos tenido muchos (vease por ejemplo la hiperinflación alemana de 1923). Sin embargo episodios deflacionarios, siendo tan graves como los primeros, no son tan espectaculares, frecuentes, ni conocidos.

El más conocido quizás sea el japonés. La deflación japonesa empezó a comienzos de los años 90. La causa fundamental de este episodio se deriva (curiosamente) del fin de la burbuja inmobiliaria y bursátil que asoló a este país en los años 80.

Este caso (que veremos en más profundidad en otro artículo) presenta enormes similitudes con la situación actual. Tanto es así, que nos hace preguntarnos si nos dirigimos irremediablemente hacia un escenario de deflación mundial.

Cuando un país está sometido a una deflación los precios de los productos de la economía bajan. Ante esta perspectiva el consumo se retrae. ¿Por qué? Porque ante la perspectiva de bajadas de precios la gente aplaza sus decisiones de consumir. ¿Para qué comprar un televisor ahora cuando sé que dentro de un mes me lo encontraré más barato? Así pensaron millones de japoneses. Esto por si solo es nefasto por la espiral que produce. La reducción de consumo provoca que los precios de los bienes tengan que bajar más. La bajada se traslada a los costes y por tanto se despiden trabajadores elevando el paro. Estos despidos hace que se retraiga más el consumo y así sucesivamente...

La manera de parar esta espiral está en la maquina de hacer dinero. Poner más billetes en circulación hace que aumenten los precios de la economía y devuelve esta a la estabilidad de precios. Es por ello que los bancos centrales bajan los tipos de interés cuando amenaza una crisis. Cuanto más grave sea el daño en una economía más deberán bajar los tipos. Pero si el daño no se repara antes de que bajen a cero la economía entrará en una deflación permanente y estructural de la que es terriblemente difícil salir. Tal es así que Japón lleva inmersa 15 años sin que apenas haya podido salir de ella.

El mundo ha vivido una burbuja inmobiliaria en numerosos países. La subida de tipos de hace unos años y el actual periodo de bajadas recuerdan a las maniobras del Banco de Japón y la crisis bancaria actual se parece mucho a la que sufrió este país a mediados de los 90.

Cabe mencionar también la notable reducción que los precios del petróleo y alimentos han tenido en los últimos meses (caídas de hasta el 50 %). Esto no hace sino reducir la presión sobre costes eliminando la única barrera que impide la bajada de precios.

Vean las noticias cuando tratan la crisis económica. Cuando no hablan de cierres de empresas están hablando de cómo hacen estas para evitar tener que cerrar. Concesionarios que bajan los precios de sus coches, bares que rebajan sus precios para atraer clientes, grandes superficies que hacen ofertas históricas, tiendas de electrodomésticos que financian gratuitamente sus compras,… De momento son hechos puntuales, pero se está generalizando.

Todo aquello que impedía bajar los precios ha desaparecido y ahora hay que sobrevivir para atender la menguante demanda. Y solo hay dos vías:
  • Vía producción/empleo: disminuyendo la producción y despidiendo trabajadores
  • Vía salarios/precios: reduciendo salarios a los empleados y bajando precios
Ambos llevan a la deflación.

Esto puede sonar extraño (más aún con una inflación al 4,5 %) pero nunca habíamos tenido tanto riesgo de deflación.

sábado, 25 de octubre de 2008

Baldosas


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¿Habéis oído hablar del sistema "Baldosa a Baldosa"? Se trata de un sistema innovador de cooperación mutua entre cliente e inmobiliaria, sin necesidad de mediación bancaria de ningún tipo. Consiste en la colocación de un sistema de sensores de presión repartidos a lo largo de todas las baldosas del piso. Asímismo, el precio de piso se reparte de forma equitativa entre cada baldosa, costando todas igual. Los clientes pueden escoger el número y la situación de las baldosas que quieran comprar, desactivándolas, y esas baldosas del piso pueden ser pisadas por sus dueños. Pero si se pisa alguna que no sea de la propiedad de los clientes, la inmobiliaria lo interpreta como una ocupación indebida y procede al desalojo de las personas que vivan allí. Por supuesto, el importe de las baldosas que hayan sido pagadas antes de este suceso se pierde.

Así trata el tema de la burbuja inmobiliaria el director Marc Andrés en el cortometraje "Baldosas". En él se muestra, desde un punto de vista exagerado, las dificultades que tienen que experimentar una pareja para pagar el piso de sus sueños, desde que formalizan la compra (pagan las cuatro primeras baldosas) hasta que consiguen terminar de pagarlo aproximadamente veinticinco años después gracias a la ayuda de su hijo "que ha conseguido un buen trabajo". El ambiente es esperpéntico, empezando por el representante de la inmobiliaria (el señor Claroscuro, una mezcla curiosa del Conde drácula, Cuasimodo y Mortadelo), la situación inicial de la pareja (el piso utilizable se limita a la cama situada sobre las cuatro únicas baldosas de las que son dueños y sobre la que se articula un complejo con cocina, cuarto de baño, televisión, etc), la llegada de la madre de ella o del hijo de la pareja, cómo van adquiriendo baldosas y cómo va apareciendo un entramado de travesaños de madera a modo de pasarelas que comunican las baldosas que les pertenecen hasta llegar a la última baldosa, comprada gracias al nuevo trabajo del hijo de la pareja. Lo interesante es ver en qué consiste el trabajo del niño: Representante de una inmobiliaria ("¿Cuántas baldosas van a comprar, setecientas, seiscientas, cuatrocientas...?").

Hay que reconocer que el cortometraje es deprimente (a todos los que lo vean: El precio del piso del cortometraje en 2004 es de 125.000 Euros ¡Una auténtica ganga ahora mismo!), pero desde luego denuncia las dificultades de la gente normal para tener una casa para disfrutarla sólo o en compañía (o en multitud, como se prefiera). Aunque lo más interesante del cortometraje es la misma idea del sistema, aunque surrealista tiene una validez espantosa: Para todo aquél que vea el corto y haga números ¿os habéis dado cuenta que con 1365 baldosas a 100 euros cada una nos sale un piso de 136.500 euros? Mirad a ver cuánto te cuesta un piso de 125.000 euros hipotecado con las condiciones actuales. Lo dicho, una ganga.

jueves, 23 de octubre de 2008

La crisis según unos niños (de Erlich)


De Erlich. Visto en el País hace unos días: http://www.elpais.com

Hola, soy Alex y, a partir de ahora me encargaré de la sección de humor. La crisis está afilando la pluma de nuestros humoristas nacionales. El de arriba, es una explicación de porque los bancos deben de estar deseando entrar en crisis en estos momentos. A veces todo es más simple de lo que parece...

lunes, 20 de octubre de 2008

Una crisis de ricos

Esta crisis económica, siendo una de las más fuertes desde 1929 está siendo un tanto paradójica. Los países emergentes (los países en vías de desarrollo) y los subdesarrollados no están apenas notando la crisis.

Matizando hay que decir que los países más pobres no lo están notando porque dentro de su estado de pobreza, su situación apenas ha variado. Quizás lo más sorprendente no venga tanto de estos países sino de los emergentes, que lejos de notar las consecuencias están manteniendo tasas de desarrollo económico históricas. Brasil, India, China, México, etc.… no están notando apenas los problemas de los países desarrollados.

¿Por qué esta dicotomía? ¿Por qué solo lo sufren esta vez solo los ricos?

Llegados a este punto cabe aclarar que hablamos en términos de países y no de personas. Aunque parezca una evidencia, mucha gente no sabe que hay personas pobres en los países ricos y personas ricas en los países pobres. Aún menos gente entiende que un país rico pueda estar lleno de personas pobres.

Analizando, en el modelo económico seguido debemos buscar la clave de esta fuerte dicotomía. Esta crisis tiene su origen en el corazón del sistema capitalista especulativo: Estados Unidos. Es una crisis provocada por la especulación. En la medida en que los países más ricos del mundo orientaron su economía hacia un capitalismo más desregulado, más permisivo por tanto con la especulación, vieron crecer más sus economías en los últimos años.

Pero ese crecimiento lo cimentaron sobre una base inestable. Esa misma especulación que inflaba artificialmente la riqueza estaba empobreciendo a las clases medias de estos países. Por tanto a la vez que la riqueza global crecía, aumentaba la pobreza social. Había cada vez más pobres en los países ricos.

Simultáneamente se estaba dando una orientación hacia un modelo económico “equívoco”. Un modelo que orientaba el ahorro del sistema hacia la inversión especulativa y no hacia la productiva. Por tanto, a la vez que nos enriquecíamos en el presente, nos empobrecíamos cara al futuro. En otras palabras, era más fácil ganar dinero comprando y vendiendo productos ya fabricados que invirtiendo para producir cosas nuevas.

Sin embargo en los países en vías de desarrollo se ha dado otra orientación al modelo económico. Estos países, en la medida en que carecían de infraestructuras físicas y humanas debían invertir (y no especular) para poder proveer a la población de estos recursos. Es decir, la propia necesidad de proveer de servicios básicos a la población hacía que los países orientaran el ahorro que tenían en verdadera inversión productiva: construir carreteras, hospitales, oficinas, fábricas, educación, sanidad, etc… Ese modelo ha propiciado la aparición de una nueva clase media consumista que está permitiendo a estos países resistir la crisis.

Es por todo esto por lo que cuando ha llegado la crisis la hayan notado solo los países más poderosos. Porque estos países en su opulencia desarrollista, no miraron por el futuro del modelo productivo y se dedicaron a jugar con el dinero para acumular y acumular más capitales, sin que estos revertieran en modo alguno en el ciudadano medio.

Mientras tanto los países emergentes disfrutan de cuotas de bienestar nunca antes alcanzadas, fruto de la inversión que realizaron hace unos años y que en mayor o menor medida se están demostrando correctas. Están emergiendo nuevas clases medias en países tan dispares y con sistemas políticos tan distintos como China, Brasil, México,...

Debiéramos por una vez aprender de ellos y no tanto pretender darles lecciones de desarrollo como han venido haciendo organismos supranacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. A la hora de la verdad han sido incapaces de liderar una reforma del sistema económico.

Ironías de la vida nuestros discípulos nos superan.

sábado, 18 de octubre de 2008

Confianza mutua

El diario IDEAL de Granada, en su edición digital del viernes 17 de octubre nos muestra que el Grupo Empresarial Comarex ha tenido que liquidar (o sea, hacer ajuste de cuentas y cerrar el negocio) la empresa Vegas del Guadaira. Al parecer lo ha hecho presionado por su socio, CajaGranada, que ha decidido retirarse del negocio por los problemas económicos que está pasando tanto Comarex como Frai, inmobiliara cuyo administrador es socio de la anterior. La caja, ante la negativa del grupo a terminar ha amenazado con exigirle los vencimientos de su deuda, que está estimada en unos 70 millones de euros. Asímismo, Comarex ha cedido a CajaGranada parte de su patrimonio para hacer frente con el mismo a una parte de la deuda contraída.

Mostrar las debilidades de una empresa fuerte del sector en Granada (tiene propiedades y promociones distribuidas por Andalucía, el Levante Español e incluso el Delta del Ebro) ya de por sí es problemático, pero si en otra noticia, ésta de la Opinión de Granada la Asociación de Constructores y Promotores de Granada ha tenido que admitir que "la situación del grupo inmobiliario Comarex, que ha tenido que ceder parte de su patrimonio a CajaGranada para pagar sus deudas, es un fenómeno cada vez más generalizado en el sector", la situación consigue que las previsiones más optimistas hagan aguas. O sea, que como ya no pueden vender pisos las inmobiliarias no pueden pagar los préstamos hipotecarios que ellos contrataron para construir los pisos que ahora no pueden venderse. Porque éstas empresas también están hipotecadas, no nos vayamos a equivocar. Y la cadena sigue, porque el banco o caja que prestó el dinero para la hipoteca se arriesga a no cobrar todo lo que se le debe, y si tenemos en cuenta que estas entidades financieras pueden ser socios de promociones inmobiliarias que pueden salir mal el efecto se acentúa. Concretamente y en este ejemplo, CajaGranada era socio de Comarex participando al 60% del capital de Vegas del Guadaira. En pocas palabras, CajaGranada aportaba más capital que la propia inmobiliaria, y el hecho de que haya obligado casi con amenazas a Comarex a liquidar la sociedad da que pensar sobre el nivel de confianza que tenía la caja en la empresa.

¿Por qué todo esto? porque es irónico que mientras que el gobierno y los estamentos oficiales nos piden más confianza en los bancos y cajas, son precisamente éstos los que no se fían de la gente, de los inversores ni de ellos mismos. Porque de otra forma ¿por qué está el Euribor donde está y es tan complicado el solicitar un crédito que el estado ha tenido que hacer de avalista? Si tenemos que tener confianza en los inversores ¿por qué las bolsas parecen auténticas montañas rusas, subiendo y bajando sin ningún tipo de estabilidad? Además, teniendo en cuenta la decisión de CajaGranada, ¿cuántos bancos y cajas estarán en su misma situación con inversiones potencialmente peligrosas, cuáles serán sus reacciones y cuál es su verdadera realidad económica ante esta crisis que según los analistas va a durar por lo menos un año o un año y medio? Es decir ¿cuántos bancos y cajas tienen confianza en ellos mismos y en sus sistemas para capear el temporal?.

Si el sistema bancario español tiene esa fortaleza que asegura Pedro Solbes no deberían ocurrir demasiadas complicaciones, pero para que se de esa fortaleza se necesita transparencia en los movimientos de dinero y confianza mutua entre todas las partes implicadas. De momento, la transparencia está fuera de toda duda, pero la confianza requiere de acciones a todos los niveles. El gobierno ya ha dado el primer paso mediante sus medidas y los consumidores no tienen más remedio que confiar en ellos, porque son los que gestionan nuestro dinero. A falta de comprobar las reacciones de las empresas, ahora les toca mover a los bancos.

jueves, 16 de octubre de 2008

El mundo al revés


Las declaraciones de Mariano Rajoy me han dejado de piedra. Estoy hablando de la opinión que tiene acerca de las ayudas y avales que el estado va a facilitar para restaurar la confianza del cliente en el sistema bancario. Textualmente, "lo aprobado sirve en parte para resolver los problemas de los bancos, pero no resuelve los problemas de los españoles".

Ya es extraño que el gobierno socialista ejecute una serie de medidas para restablecer la confianza en los bancos, dejando de lado a los consumidores, las familias y las PYMES. Pero que al presidente del Partido Popular le salga la vena socialista para apoyar a un sector de la población al que ni siquiera dirigió la mirada mientras estaba en el gobierno sí que es raro. Menudo cambio, incluso traicionando las ideologías que tradicionalmente defiende. Cualquiera diría que la crisis ha sido tan salvaje que incluso han intercambiado las ideologías económicas de cada partido: es decir, los socialistas fomentando el libre mercado y los populares defendiendo el socialismo a capa y espada. Lo más curioso del tema es que estoy completamente seguro de que si los papeles estuvieran cambiados, la situación sería exactamente la misma: Los populares dando dinero a los bancos y los socialistas gruñendo y pidiendo por las familias.

Es una auténtica lástima que nuestra política haya sido convertida en auténtico forofismo, parece que cada persona esté defendiendo su equipo de fútbol en lugar de la mejor forma de gestionar nuestro país, que es de lo que estamos hablando. Y es que al margen de que los políticos sólo gobiernen para unos pocos (que siempre son los mismos independientemente del partido que esté mandando), es que además no se pueden ni ver en el Congreso. Estoy completamente seguro de que si existieran dos cámaras en dicho Congreso, cada partido ocuparía una. Un buen amigo mío dice que mientras que en Europa tuvieron en los años cuarenta una Guerra Mundial, en España tuvimos una Guerra Civil. Me explico. Cuando en Europa terminó la Guerra Mundial, todo el mundo se dedicó a reconstruir su país codo con codo, mientras que en España sencillamente se dedicaron a borrar de la memoria todo aquello que recordara el otro bando. Y esta guerra civil sigue todavía vigente, no vayan a equivocaciones, porque ¿se han dado cuenta de que cuando unos hacen los otros deshacen? Y no sólo estoy hablando del Congreso y el Senado, estoy hablando de ayuntamientos, autonomías, Europa... Y el mensaje que envían siempre es diametralmente opuesto dependiendo del sitio que ocupen en el gobierno. Que manda narices ver a Rajoy hablando como un socialista.

¿Personalmente lo que creo? Coincido con la opinión oficial del señor Rajoy, las ayudas arreglarán el edificio pero dejarán podridos los cimientos, dispuestos para otra crisis. Pero también creo que cuánto más revolucionario es el mensaje, más reaccionaria es la postura. Estoy completamente seguro de que si él estuviera en el poder y Zapatero en la oposición la situación sería la misma, e incluso más acentuada. Y que ahora mismo en España, la política es exactamente igual a un par de alpargatas: La izquierda es exactamente igual que la derecha.

Dios, como odio a los políticos.

martes, 14 de octubre de 2008

¿Salvar el sistema desde arriba?

Dejando al margen la locura de las bolsas que no paran de batir records positivos o negativos, la crisis financiera está poniendo en evidencia la enorme fragilidad del sistema capitalista liberal. Tal es así que en plena crisis ya nadie hace ascos a la intervención e incluso los gobiernos tradicionalmente más liberales del mundo están llevando a cabo las mayores intervenciones, (probablemente porque fue donde se acumularon mayores problemas).

Pero hay que dejar bien clara una cosa, esto no se hace "por el bien común" o "para salvarnos a todos" o "como el mal menor", tal y como nos lo están vendiendo gobiernos y grandes economistas como un mantra que no para de repetirse. Esto solo se hace para salvar el sistema.

Pero salvar el sistema no implica salvarnos a todos. No se equivoquen, el capitalismo no es el mejor de los sistemas posibles y a los hechos me remito. Y ni siquiera todas las formas de capitalismo son iguales. Existen formas capitalistas salvajes que propugnan la desregulacion (neoliberalismo) y capitalismo regulado o intervencionista que propugnan los keynesianos.

Pero el caso es que ante la magnitud del problema, los mandatarios del mundo están reaccionando como tratando de salvar el barco que se hunde echando agua con cubetas al mar, en vez de arreglar el barco.

En definitiva, da la impresión de que les preocupa más salvar el propio capitalismo que solucionar los graves problemas que presenta la economía y para muestra lo que están haciendo ahora.

Los dirigentes están poniendo dinero para salvar a la banca. Con más o menos condiciones pero son prácticamente cheques en blanco para tapar las quiebras escondidas del sistema, aquellas que no nos quieren contar que no causamos nosotros pero que debemos pagar entre todos.

Y digo yo, ¿no sería mejor arreglar el problema de fondo que dedicarse a taponar las fugas? El problema no se generó arriba. Cierto es que los gobiernos tienen la culpa de no haber regulado mejor y cierto es que los banqueros no tuvieron escrupulos a la hora de especular pero el problema lo tiene el ciudadano medio, aquel al que se le concedió hipotecas aún a sabiendas de que si subían los tipos de interés no podrían pagarlas.

¿Por qué entonces se deben ayudar a los bancos y no a aquellos que están gravemente asfixiados con una hipoteca que lo más probable es que nunca llegarán a pagar? Evidentemente plantea un problema moral, ¿debemos ayudar a aquellos que se endeudaron demasiado? ¿No sería premiar la mala praxis?

Es cierto que esto sería premiar la mala praxis pero también es cierto que con los planes gubernamentales que se están oyendo estamos premiando la mala praxis de los bancos. Pero también es cierto que esas hipotecas nunca debieron llegar a ser concedidas. Por tanto la negligencia no es tanto de las personas que accedieron a ellas sino de aquellos que se las concedieron.

Por ello y aunque duela una solucion en la que podemos estar de acuerdo gobiernos y yo es en que hay que hacerse cargo de esas hipotecas. ¿Pero a cambio de nada? Ni mucho menos.

Como decía anteriormente, el problema se generó abajo y debiera ser arreglado desde abajo. ¿Como? Nacionalizando las hipotecas impagadas. Aquellas cuyos deudores no puedan hacerse cargo definitivamente de la hipoteca por haber incurrido en quiebra personal. La contrapartida podría estar en aquello que causó el problema, la vivienda.

El gobierno debería hacerse cargo también de aquellas viviendas hipotecadas convirtiéndolas en patrimonio del Estado y que revierta en los ciudadanos. Es decir, con estas viviendas confiscadas se podrían poner en régimen de protección estatal tal y como tenemos en España con las VPO de alquiler. Es decir, el estado se hace cargo de la hipoteca y a cambio se queda con la casa que alquila o bien al que quebró o bien a otra persona.

Esta especie de nacionalización de la vivienda podría servir a la vez como regulador del precio de esta que evitaría que el precio subiera demasiado en tiempos de expansión y que bajara demasiado en tiempos de crisis. ¿Por qué? Porque estamos poniendo en manos del Estado una de las armas que tanto defendía Keynes en sus artículos de economía: el stock regulador del mercado. El Estado compra cuando todo el mundo vende y el Estado vende cuando todo el mundo compra. Así se evitan esas fuertes fluctuaciones que la especulación causa en los precios.

¿Donde quedan los bancos en todo esto? Por un lado los bancos conseguirían librarse de esas famosas hipotecas tóxicas y recibirían liquidez del banco en su justa medida. Es decir, solo se pagaría a los bancos por aquellas hipotecas impagadas sin dar necesariamente un cheque en blanco. Pero volvemos quizá a lo mismo, premiamos la mala práxis de los bancos. Pero con la diferencia de que en este caso no es el banco sino el Estado el que se queda con la propiedad de la vivienda en caso de quebranto.

Pero no solo puede quedarse en eso, se puede obligar a la disolucion del banco o bancos causantes, puede encarcelarse a los responsables puede sancionarse economicamente a los directivos, etc...

Y esto solo son medidas para para parchear el sistema. El grave problema del capitalismo sigue presente: la especulación. Especulación que provoca violentas subidas o bajadas en las bolsas, las viviendas, los alimentos, el petroleo, etc... y que no se castiga, no se regula, no se evita.

Hay que cambiar el sistema de fondo si no queremos repetir los problemas del pasado. Hay que reformar el capitalismo y si es necesario, cambiarlo por un sistema mejor.

En definitiva, no podemos dejar que todo siga como hasta ahora.

P.D. Disculpen la larga ausencia pero los problemas de salud no inspiran precisamente a escribir artículos.

Un saludo a todos nuestros lectores

jueves, 9 de octubre de 2008

Confianza en juego

Para entender un poco la importancia de la confianza en el sistema financiero imaginemos un juego en el que tenemos un banco con solo dos depositantes uno llamado “Yo Mismo” y el otro al que llamaremos “El Vecino”.

Ambos tienen la misma cantidad de dinero depositada en el banco "Sacacuartos" que suponen los ahorros de toda su vida, a los que evidentemente tienen mucho apego.

Imaginen también que el banco, debido a su actividad comercial, tiene la mitad del dinero de los depositantes prestados en bonos a otro banco llamado “Ruinoso” que ofrece muy buenos rendimientos. A finales de este año, el Ruinoso anuncia que se declara en quiebra y que no puede hacer frente a sus pagos por la crisis hipotecaria.

Yo Mismo y El Vecino han leído la noticia de esta espectacular quiebra en el periódico y están preocupados porque no saben si su banco, el Sacacuartos, ha tenido relación o no con el banco Ruinoso.

Según los rumores que han oído Sacacuartos había comprado bonos del banco Ruinoso. Sin embargo desde el gobierno Pepito Solbes, ministro de economía insiste en la solvencia de los bancos del país.

Para el banco Sacacuartos, que evidentemente niega que haya sido afectado, la situación es un tanto crítica: solo tiene dinero para poder hacer frente a la mitad de los depósitos.

Así pues a Yo mismo y a El Vecino se le plantean dos opciones en estos momentos:
  • Confiar y por tanto dejar el dinero en el banco
  • No confiar y sacar el dinero del banco
En función de lo que decidan ambos pueden presentarse varias situaciones:
  • SITUACIÓN 1: Que ambos confíen y por tanto dejen el dinero en el banco, en cuyo caso el banco Sacacuartos podrá solventar la situación crítica que experimenta en unos meses.
  • SITUACIÓN 2 Y 3: Que uno de los dos sace su dinero y el otro no. En este caso el banco Sacacuartos se encontraría sin fondos, técnicamente en suspensión de pagos y al borde de la quiebra. Podría seguir funcionando si el que dejó el dinero en el banco no lo decide sacar y es rescatado por otra entidad bancaria o por el mismo gobierno.
  • SITUACIÓN 4: Que los dos acudan al banco a la vez, en cuyo caso el banco se encontraría que solo podría devolver la mitad de sus ahorros a cada uno y tendría que declararse en bancarrota.
Así pues, vemos que todo queda en manos de la confianza que Yo mismo y el Vecino tengamos en el sistema financiero ya que en el momento en que se conociese la situación real del banco, ambos acudirían corriendo a por el dinero antes que el otro en previsión de que el otro haría lo mismo.

Estamos pues ante un juego de Nash en el que, aunque la situación óptima sería la primera dejar ambos el dinero en el banco; pero donde el equilibrio estaría en que ambos desconfiarán y sacarán el dinero haciendo quebrar el banco.

Por ello al gobierno y a los bancos, en una situación crítica, se le plantean pocas alternativas en caso de grave crisis del sistema financiero:
  • Ocultar el problema y confiar en que se solucionará con el tiempo
  • No ocultarlo y garantizar (por parte del gobierno) todos los depósitos de los ahorradores en el sistema bancario.

En caso de ocultarlo si se llegara a descubrir supondría la quiebra del sistema (salvo que el gobierno interviniese). Pero en todo caso se perdería credibilidad en el gobierno clave para la supervivencia del sistema.

En caso de no ocultarlo todo pendería de un hilo: la confianza en el gobernante. ¿Por qué? Porque no hay gobierno que sea capaz de responder por la totalidad del sistema financiero. Es decir, por mucho dinero que pueda manejar un gobierno, nunca será mayor a la totalidad de los activos (dinero) que hay depositado en el sistema bancario.

Dicho en otros términos, garantizar todo el dinero del sistema lo único que pretende el gobernante es generar confianza para que no se retire el dinero del banco. Si todos acudiéramos a retirar el dinero, no habría suficiente para todos y no habría gobierno capaz de aguantar la ruina del sistema.

¿Entienden ahora a la gravísima situación a la que nos enfrentamos? El problema no es tanto como de afectados estemos, sino la confianza que tengamos en el gobierno y nuestros bancos. Más vale por tanto que confiemos porque hay mucho en juego.

martes, 7 de octubre de 2008

Más lunes negros que reyes godos

En medio de tanta tempestad empieza ya a convertirse en una costumbre lo del lunes negro. Tanto es así, que van a tener que buscar otra denominación u otra categoría si los noticiarios no quieren gastar la palabra negro. Algo quizás como Lunes tormentoso, Lunes Gris o Lunes de Pánico porque como esto se convierta en una costumbre en vez de la lista de los reyes godos nuestros hijos tendrán que memorizarse la lista de los lunes negros de la historia bursátil.

Nadie duda ya de que este año acabará como el año más horrible de la historia económica desde el archiconocido crack del 29. Este año hemos vivido 5 lunes negros, un mes casi continuo de caídas, la quiebra de la banca de inversión americana con su subsiguiente nacionalización y el mayor plan Marshall financiero que se recuerda.

Pero aún así y todo sigue habiendo especuladores que ganan dinero. Aunque pueda parecer extraño, todavía se puede hacer negocio en este mundo donde todo parece que se derrumba.

Se puede especular con alimentos aún a costa de causar miseria y muerte. Se puede especular con petroleo a pesar de estar cayendo su precio. Se puede especular con moneda a pesar de tanta turbulencia. Incluso se puede especular en bolsa por mucho que esta caiga. Solo hay que saber qué comprar, cuando comprar y donde comprar (y por supuesto tener los medios economicos para hacerlo).

Por poner un ejemplo imaginemos que en nuestra infinita sabiduría hubieramos sabido de antemano en septiembre que las bolsas iban a darse batacazos 4 lunes consecutivos y que los viernes correspondientes se iban a recuperar espectacularmente. ¿Qué haríamos? Pues vendemos a final de sesión el viernes y compramos a final de sesión el lunes. Así con los valores del IBEX durante estas 4 semanas hubieramos ganado a lo tonto un 18 % (comprobado empíricamente).

Todo consiste en hacer la arriesgada maniobra de comprar cuando todos venden y vender cuando todos compran. Por desgracia de esto solo se benefician las grandes fortunas que tienen programas informáticos de especulación que básicamente compravenden activos simplemente calculando las tendencias.

Si esto solamente se limitase a jugar con acciones pues todavía podríamos decir que no hacen daño a nadie, pero es que esto se hace masivamente con necesidades tan básicas como el petróleo o lo que es más grave, con comida.

Así no es de extrañar que hayamos llegado en esta situación en donde el mismísimo corazón del sistema capitalista está gravemente dañado por una cosa tan ridícula como haber intentado hacer un negocio de la compraventa de casitas.

Ójala salgamos de esta, pero salgamos con un sistema mejorado, antiespeculativo y que no juegue con la miseria humana por que sino llegaremos a ver muchos más lunes negros que reyes godos.

lunes, 6 de octubre de 2008

La tirita más cara de la historia

El plan Bush de rescate financiero salió adelante, aunque no gracias al apoyo de los republicanos, cuya ala más conservadora (la neoliberal) votó en contra del plan por considerarlo el primer paso hacia el socialismo en Estados Unidos. Una representante apuntaba incluso a que este podría ser “el día en que murió América”.

En este plan, cuyo coste se estima en 700.000 millones de dólares, están puestas las esperanzas del mundo financiero que confía que con él se empiece a dar la tan ansiada recuperación económica.

Pero el enorme coste del plan hace temer incluso la propia estabilidad económica estadounidense. Hace unos días el FMI hablaba de que Estados Unidos se encaminaba hacia una “profunda y dolorosa recesión”.

Lo más grave es que quizás nadie sabe el tamaño de la herida que la crisis Subprime ha provocado en el sistema financiero.

Esperemos que esto solo sea un rasguño porque ha sido la tirita más cara de la historia.

sábado, 4 de octubre de 2008

Burbujas Gemelas

En este blog hemos hablado a menudo de la burbuja inmobiliaria. Pero es bien conocido que las burbujas no limitan su acción a los bienes a los que afectan. Dicho en otras palabras, la especulación, alma de las burbujas, provoca no solo que se inflen los precios de los bienes a los que ataca sino que a menudo arrastra a otros sectores a espirales inflacionistas o productivas sin que necesariamente estos sectores estén siendo directamente afectados.

Es lo que se podría denominar burbujas colaterales o burbujas gemelas. En el caso del sector inmobiliario, de gran importancia en la economía, esta característica sobresale. Así ocurrió con la burbuja mobiliaria que corrió paralela al desarrollo de la burbuja inmobiliaria española.

La fuerte elevación de los precios de la vivienda provocó un poderoso impulso a la producción de todo tipo de bienes mobiliarios tales como sofás, estanterías, camas, etc... que vieron incrementar sus ventas y en algunos casos también sus precios.

Pero no solo se limitó estrictamente a los muebles sino que también afectó a la producción de todo tipo de electrodomésticos de gama marrón y blanca.

Por ello, durante los últimos 15 años se vivió un auténtico boom de ventas en los sectores de equipamiento de hogar, que sin estar afectados por la especulación, se vieron arrastrados por la demanda de vivienda en España.

Pero con el fin de la burbuja inmobiliaria llegó también la crisis para este sector. Las venta de viviendas se hundió en más de un 30 % hundiendo paralelamente al sector. Multitud de tiendas se han visto obligadas o bien a cerrar o bien a ofrecer descuentos históricos para afrontar la fuerte reducción de la demanda.

Pero incluso sin estar directamente relacionados, algunos sectores se están viendo fuertemente afectados por la crisis inmobiliaria. Un ejemplo de ello es el sector del automóvil que se enfrenta también a un hundimiento de ventas muy similar al de la vivienda.

¿Podría considerarse una burbuja gemela? Si nos paramos a reflexionar podemos encontrar la respuesta. Una de las consecuencias de la burbuja inmobiliaria fue el hecho de que en el centro de las grandes ciudades el precio de la vivienda se viera disparado a niveles inaccesibles para la gran mayoría de la sociedad. Esto hizo que aquellos que quisieran comprarse una vivienda estuvieran obligados a hacerlo en la periferia y con ello forzados a adquirir también un vehículo para sus desplazamientos al centro.

Vemos por tanto que también el hundimiento de la venta de coches puede explicarse en parte por el fin de la burbuja inmobiliaria.

Así las cosas, no es de extrañar la grave situación que experimenta la economía española, debido a las intensas ramificaciones que la burbuja inmobiliaria creó en el tejido productivo. Y es que el fin de la burbuja inmobiliaria está suponiendo el fin de multitud de burbujas gemelas originadas al abrigo de especulación.

jueves, 2 de octubre de 2008

La crisis del Reino Unido vista con humor inglés

Paseando por la red he acabado por fortuna en el blog de Miguel Angel Idígoras. En él se muestra esta pequeña joya de humor inglés en el que se explican con todo detalle y para que la gente lo entienda las dificultades económicas que está pasando el Reino Unido. Es un poco largo (algo menos de diez minutos), pero merece la pena.

El número es buenísimo, con una ironía que duele. Coincido con el señor Idígoras en que el final es demoledor, quitándote las ganas de reír de una sentada. Para no perdérselo.


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